Ni Honda con su CBR600RR, ni Yamaha con su YZF-R6, Kawasaki con su ZX-6R o Suzuki con su GSX-R600 cuentan con motos que superen la normativa Euro4. Sin prácticamente ninguna evolución en los últimos años, los cuatro fabricantes se están beneficiando de la moratoria que les permite vender motos durante 2016 aunque entró en vigor el 1 de enero.
Una vez cumpla el plazo y si no llega la renovación, las motos se dejarán de vender en el mercado europeo. Podríamos por lo tanto ver desaparecer unos modelos que, en muchos casos, fueron los pilares de las marcas en la década pasada.
Quizás el caso más sonado pueda ser el de Honda con su CBR600RR, tal y como apunta MCN. El gigante japonés, enfrascado en la nueva Honda CBR1000RR, no tiene planes a corto plazo para un modelo que el año que viene cumpliría 30 años desde que la primera Honda CBR600R “Hurricane” llegase al mercado en 1987.
Su plan para desarrollar un modelo nuevo pasaba porque los distintos mercados asumiesen los costes de desarrollo. Pero Honda Europa, a la vista de las ventas, se ha negado pues nunca recuperaría el dinero invertido. Estados Unidos, no tendría ningún problema en asumir parte de los costes pero no todo el desarrollo si tenemos en cuenta que, la Euro4, no les afecta.
El resto de fabricantes como Yamaha, Kawasaki y Suzuki seguirán también agotando el plazo moratorio para vender el modelo actual antes de pensar en desarrollar un modelo nuevo. Pero todas ellas llegan a la misma conclusión: de momento no es una de sus prioridades
Volviendo al ejemplo de Honda, MCN da unos datos interesantes que demuestran la enorme caída de ventas de las 600. Mientras en 1990, se vendieron 4.500 Honda CBR600F, el año pasado sólo llegaron al mercado 150 y, muchas de ellas fueron adquiridas por Ron Haslam para su Race School.
Parece que la solución pasa por hacer algo similar a Triumph, la única marca que sigue invirtiendo en la categoría Supersport. Si los rumores son ciertos, el año que viene presentaría una nueva Daytona con la cilindrada subida a 765 cc, algo que imitarían el resto de fabricantes con motos deportivas pero más enfocadas a la carretera y con cilindradas cercanas a los 800 cc, que les permitirían mantener las potencias actuales a pesar de las restricciones de la Euro4.