Hace casi dos décadas, la Unión Europea estableció una nueva normativa en materia medioambiental más exigente para la industria de la automoción, con el objetivo de frenar el nivel de las emisiones y reducir el impacto de la contaminación y el calentamiento global. Fruto de esta reglamentación nació la normativa Euro, que establece un calendario de actualizaciones continuado, exigiendo una progresiva mejora de las emisiones de los vehículos. De acuerdo con el calendario, 2016 es el año en el que entra en vigor la normativa Euro 4 para motos, triciclos y cuadriciclos, mientras que los ciclomotores todavía se rigen por la norma Euro 3, pero tendrán que adaptarse al Euro 4 en 2017.
A partir de este año, todos los nuevos modelos de motocicletas deberán superar la norma Euro 4, y en 2017 ya no se podrán matricular vehículos nuevos si no cumplen los requisitos exigidos. La norma Euro 4 es mucho más estricta que la Euro 3, que estaba en vigor desde 2006. Además, los fabricantes deberán demostrar mediante una prueba de durabilidad, que los niveles de emisiones no se rebasan tras 20.000 km de uso.
Otra de las exigencias que se incorporan en paralelo al Euro 4 es que todas las motos de más de 125 c.c. deberán equipar de serie sistemas de freno con ABS, mientras que las motos de hasta 125 deberán contar con sistemas de frenada combinada (CBS). Este tipo de normativas tiene mucha importancia en el diseño de las estrategias de producción de los fabricantes. Por ejemplo: la producción de la superdeportiva Honda RC231V-S se tuvo que realizar y comercializar en 2015 porque al no disponer de un sistema de frenado con ABS no cumpliría la normativa Euro 4 y no se podría comercializar.
En paralelo con la Euro 4, en 2016 los estados miembros de la Unión Europea dejarán de tener potestad para restringir la potencia máxima de las motos, la famosa limitación a 100 CV que impera actualmente en Francia, y esta será una cuestión a determinar por una directiva europea.
Y tras la Euro 4, llegará en muy corto plazo de tiempo la Euro 5, con unas exigencias aún mayores. Y está ahí, a la vuelta de la esquina: entrará en vigor en motos en 2020, prohibiéndose la comercialización de los vehículos que no cumplan con sus requisitos a partir de 2021. La Euro 5 marcará unos límites aún más restrictivos, pero además también establece fórmulas más precisas para medir contaminación y consumo. La asociación europea de fabricantes (ACEM) tuvo que hacer un tremendo esfuerzo ante la Unión Europea, que pretendía implantar un calendario aún más exigente a la industria motociclista, y alcanzar la norma Euro 6 en 2020, pero finalmente se estableció un ritmo más pausado para su implantación en las motos.