Publicidad
[the_ad_placement id="adsense-mega-2-mobile"]

Honda NSR500: ¡Una replic racer matriculable!

Cuando lo bueno se convierte en excelencia
Fotos: Bike Bound
Hablar de una Honda NSR500 son palabras mayores dentro del argot popular en el mundo de las dos ruedas. Con ella nos tele-transportamos a épocas doradas del motor, donde lo importante era crear motocicletas apasionantes que fueran capaces de pulverizar récords dentro de una pista. Si además lo hacemos en 2022 y es para contaros que alguien se ha fabricado su propio ejemplar para usar en la vía pública, entonces, y solo entonces, podemos creer que aún quede algo de esperanza que nos salve de esta mediocridad instalada.

Si no tuvisteis bastante con la Honda NSR-D 421 cc que os mostrábamos hace apenas unos días, amárrate fuerte a la silla que hoy el éxtasis puede llegar a límites insospechados. El motivo no es otro que conocer por medio de los amigos de Bike Bound esta Honda NSR500 replica¡Legal de calle! Y claro, tú me dirás: «eso no es posible, en España no se puede hacer una preparación de este tipo». Evidentemente, pero es que esta maravilla no se ha construido en nuestro «amable» país, sino en Reino Unido.

Es obra de DHR (David Howard Racing), un preparador britanico afincado en Essex, al noroeste de Londres, y propiedad de Max Wakefield. ¿Os imagináis intentar hacer algo así aquí? Me estoy imaginado la cara del jefe de estación de ITV cuando intentaras pasar por allí a homologar. Pero es que Reino Unido es otra cosa. Allí hay cultura de clásicos y amor por preservar y crear este tipo de obras de arte andantes, algo que por desgracia ni conocemos ni conoceremos por estos lares.

Honda NSR500 vista lateral

Volviendo al “bicho”, estamos hablando de una preparación totalmente legalizada. Según cuenta su propietario, adquirió la moto a medio hacer por su anterior dueño y directamente le encargó a DHR el proyecto. El resultado es simplemente sublime. No solamente por la calidad de todos y cada uno de los componentes que forman a esta joya. Es el nivel de acabado y de cuidado por el detalle el que la hace aún más especial.

La lista de accesorios es casi interminable, además de contar con algunos aspectos técnicos que lo dejan a uno anonadado. Entre ellos destaca el chasis diseñado por FTR y único en Reino Unido. En su interior está el corazón de la bestia, un motor de RG500 con válvulas de titanio y caja de cambios Nova Racing. De él se estima que salen unos 120 CV reales a la rueda posterior, tirando únicamente de unos 130 kilogramos. Esto da como resultado una relación peso potencia casi de 1-1, algo al alcance de muy pocas máquinas sobre la faz de la tierra.

Honda NSR500 en detalle

Luego está la parte ciclo donde cada elemento es aún mejor que el anterior. Desde la carrocería, totalmente genuina de NSR500 y fabricada en fibra de carbono, o las llantas específicas elaboradas en el mismo material, pasando por un equipo de suspensiones pata negra. Estas quedan compuestas por una horquilla delantera SP1 altamente modificada y un amortiguador trasero de gas totalmente regulable. Pero esto solo el aperitivo.

Frenada AP Racing, depósito de combustible de aluminio procedente de una Honda VFR750R RC30, tijas de magnesio, subchasis autoportante de carbono, bielas RM125 y RG500 mk12, válvulas de titanio, cuadro de instrumentos totalmente digital, discos de embrague de carbono, etc. La lista es interminable y la calidad de la misma está un nivel prácticamente insuperable. El conjunto queda rematado con una de las libreas más icónicas de la historia, la de Rothmans, obra de Pete Taylor, un especialista de la zona. Esta, en especial, replica a la utilizada por Mick Doohan dentro del Campeonato del Mundo de Velocidad a finales de los 80.

Honda NSR500 vista lateral

A la pregunta a su propietario de por qué encargo construir esta réplica, él contesta: “Me gustaba pasar el rato en los boxes, dentro o fuera del circuito, tratando de dominar mi competitividad. Eso está en gran parte detrás de mí, pero todavía quiero máquinas de carreras como un oficial de caballería quiere darle a su caballo de guerra un retiro amoroso y llevarlo a dar un paseo de vez en cuando. De ello se deduce, necesito máquinas de carreras con registro legal de carretera para poder usarlas en días de fiesta”. Algunos lo llaman locura, otros lo denominamos pasión.

Lo último

Lo más leído