Hace 11 años, el 11 de marzo de 2011, el gran terremoto y tsunami que azotó sin piedad la costa este de Japón dejó grandes cicatrices en el país nipón. Un desastre natural de estas características es, sin duda, un desafío y más aún cuando a los daños materiales se suman las pérdidas humanas. El terremoto más potente sufrido en Japón y el cuarto más potente del mundo en los últimos 500 años se llevó por delante la vida de 15.893 personas, además de dejar 2.556 desaparecidos y 6.152 heridos. Tal fue la violencia del terremoto que la NASA comprobó que el eje terrestre se había alterado en torno a los 10 cm.
En cualquier caso y como no está en manos humanas el poder evitar este tipo de desastres naturales, y tampoco se pueden prever por el momento, hay que estar preparados para contrarrestar sus efectos. Es por eso que desde entonces se han puesto en marcha nuevos servicios de emergencia que complementan a los que ya tenían pero que tienen un denominador común, el uso de la moto.
Lo vimos hace un tiempo cuando conocimos la historia del metro de Tokio y el servicio que tienen en marcha desde 2013, cuando implantaron el cuerpo que vela por la seguridad de los usuarios del suburbano. Ahora, conocemos un sistema similar en la ciudad de Yotsukaido.

En lugar de contar con motos con un corte más offroad como en Tokio, allí han decidido contar con la moto más vendida de la historia, la Honda Super Cub en su versión de 50. Sí, un ciclomotor fuera de toda duda para ayudar a quien lo necesite en caso de emergencia. Lo cierto es que el scooter es conocido por su eficiencia y su sencillez, por eso es una buena herramienta prácticamente de serie ya que solamente se le ha añadido un parabrisas, una canasta delantera y un baúl trasero.
Así es la moto que conducen los 10 miembros de este escuadrón especial en que se encuentran también el capitán del escuadrón y un capitán adjunto. Todos ellos están preparados para intervenir en caso de que sea necesario. En este caso se moverían por la superficie y lo bueno de un pequeño scooter es que podrían hacerlo de manera rápida, sorteando las dificultades que podrían encontrarse hasta llegar a los puntos críticos. Desde allí tendrían la capacidad de informar de la situación con un retraso muy breve bien a través de la radio o por teléfono. Afortunadamente no han tenido que desplegarse y esperemos que sea así durante muchos años, pero ellos están preparados para actuar en caso de que sea necesario.