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La estafa de las motos recicladas, desmontada por la Guardia Civil

Tres personas han sido detenidas en Tenerife
Fotos: SMN
La Guardia Civil de Granadilla de Abona, al sur de la isla de Tenerife, ha desarticulado una trama de corrupción en la que varios trabajadores de un depósito se lucraban con falsas bajas motos al revenderlas íntegras o por piezas. Se trata de la ya conocida como "estafa de las motos recicladas".

¿En qué consiste la llamada «estafa de las motos recicladas»? Uno de los puntos más delicados de la vida de nuestra moto es, precisamente, cuando llega el final de esta y hay que deshacerse de ella. Para cubrir esta necesidad están los Centros Autorizados de Tratamiento de Vehículos, los denominados CAT. Todos ellos, son desguaces autorizados por la DGT para que traten correctamente a nuestra moto al final de su vida útil y tramiten la baja definitiva de la misma. Pero eso no quita que en alguna ocasión aparezcan situaciones como la que ha acabado con tres detenidos en Tenerife por manipular motos en el desguace de manera supuestamente ilegal.

Se trata de tres trabajadores de un depósito de vehículos (la parte del CAT llegará después) en el sur de Tenerife que, supuestamente, se han lucrado al vender piezas sueltas o motos que estaban en sus instalaciones. No ha transcendido de qué depósito se trata, pero sí de la estafa que llevaban a cabo y cómo eran capaces de sacar las motos del depósito, desmantelarlas o venderlas y llevar al desguace únicamente la placa de matrícula y el bastidor para poder tramitar la baja del vehículo.

Supuestamente, tres personas estaban al frente de todo el operativo

Así actuaba el grupo de supuestos estafadores

La investigación arrancó en el mes de octubre de 2021 después de que uno de los perjudicados por esta actividad denunciara haber visto piezas de una moto suya desaparecida unos meses antes. Al parecer, esta persona dejó su moto a un conocido durante unos meses para arreglarla y no volvió a saber nada del paradero de la persona ni, por supuesto, de su moto. 

Así pues, agentes de la Guardia Civil del puesto de Granadilla de Abona comenzaron a investigar en busca de lo que estaba sucediendo hasta que averiguaron que en un depósito de vehículos habían desaparecido varias motos custodiadas. Por si la desaparición de vehículos fuera ya de por sí extraña, más aún lo era el hecho de que no se había presentado denuncia alguna por ello. En ese punto comenzaron a tomar declaraciones a los empleados del depósito y fue entonces cuando supieron que era algo que había sucedido en varias ocasiones que tanto motos como piezas desaparecieran. La estafa de las motos recicladas tomaba cuerpo.

Al seguir con las pesquisas, uno de los acusados terminó confesando a los agentes que era él mismo quien vendía las motos o sus piezas y que, posteriormente, llevaba al desguace la placa de matrícula y el bastidor para poder tramitar la baja del vehículo. De esta manera se hacía ver que, además de aquellas motos que habían desaparecido sin dejar rastro, otras lo habían hecho al haber sido destruidas en su totalidad ocultando la ilegalidad. Igualmente, confesó que tanto él mismo como otros dos empleados supuestamente se estaban lucrando con esta práctica, motivo por el cual fueron detenidos. La investigación de la Guardia Civil ha dado sus frutos y, seguramente, la estafa de las motos recicladas dará más de sí en los próximos meses.

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