El futuro de la sociedad en general y el mundo de la moto en particular está en juego. En los últimos tiempos estamos asistiendo a una serie de movimientos por parte de las autoridades que, bajo la bandera de frenar el cambio climático y cuidar del medioambiente, están suponiendo restricciones y prohibiciones que hace poco tiempo serían impensables y consideradas incluso un ataque a la libertad individual.
No cabe duda de que hay que tomar medidas certeras y, en ocasiones incluso drásticas para frenar esta situación en la que la vieja Europa juega a dos bandas. Y es que mientras limita emisiones contaminantes, algunos de sus países compran derechos de emisión a países en vías de desarrollo y, por cierto, con especuladores de por medio que se llenan los bolsillos. Eso por no hablar de toda la industria contaminante de países asiáticos que nos surte cada día de una gran parte de lo que consumimos los “limpios” países europeos. Esta cruzada del siglo XXI en busca de la reducción del efecto invernadero está llevando a restricciones de movilidad en ciertos tipos de vehículos en determinadas ciudades ya sea Madrid, París o Barcelona, además de prohibiciones de aquí a un corto plazo de comercializaciones de vehículos de combustión.
Lo más llamativo de esta situación es que muchas de estas legislaciones no tienen en cuenta al usuario, en una situación de crisis económica y de descenso de calidad de vida que se lleva sufriendo (en unos países más que en otros) desde el derrumbe económico de 2007. Y, precisamente, es por eso que esta iniciativa que nos acerca la Federación Europea de Asociaciones de Motociclistas (FEMA) parece interesante.
A través de un breve formulario al que puedes acceder pinchando aquí, la FEMA pide a los motoristas de toda la Unión Europea su opinión sobre sus pensamientos, sus preferencias y su percepción del futuro. A través de 10 preguntas cerradas (tipo test) se van ofreciendo diferentes opciones sobre qué haría cada uno en caso de tener que afrontar un cambio de motocicleta por restricciones, qué opciones elegiría si sólo pudiesen comprarse motos eléctricas o, incluso, si únicamente se pudiesen usar motos eléctricas y nunca más de combustión.
La encuesta, permanecerá abierta hasta el 9 de agosto de 2021. Sin duda una gran oportunidad del colectivo motero para poder dar nuestra opinión sobre un futuro que no sólo nos afectará como usuarios, sino también como sociedad en lo tocante a contaminación y, también, en lo tocante a la economía personal y global.