La decisión de la Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Madrid de incluir las motos en las restricciones al tráfico en episodios de contaminación elevada ha sido una sorpresa para todos. La decisión fue tomada el 17 de septiembre, y ahora se espera a que una vez que concluya el periodo de información pública (20 de octubre) para hacer alegaciones, el gobierno municipal tome una decisión, que podría llegar en el mes de noviembre.
Todos los grupos de la oposición han mostrado su desacuerdo (37 concejales del PP, PSOE y Ciudadanos, frente a los 20 de Ahora Madrid que sostienen al ejecutivo), pero como la decisión no pasará por el Pleno del Ayuntamiento sino que se adoptará directamente por la Junta de Gobierno, todo queda en manos del ejecutivo de Manuela Carmena.
La decisión se aireó ayer, pero se expuso en el Pleno del pasado 23 de septiembre por parte de Paz Valiente, directora general del Sostenibilidad y Control Ambiental, que fue la encargada de informar al Pleno. Según Valiente, la decisión se tomó con el informe favorable de la Comisión de Calidad del Aire del 15 de septiembre. En su comparecencia ante el Pleno, Valiente no aportó mayor argumentación técnica que su justificación a la restricción al tráfico de motos: “Sus factores de emisión, que son una cuestión absolutamente objetiva, son equivalentes a los de un coche de gasolina”, dijo sin más.
Las voces de la oposición no tardaron en oírse. “Es un auténtico disparate porque las motos generan fluidez en el tráfico y contaminan menos”, dijo Esperanza Aguirre, portavoz del PP en el Ayuntamiento. “En el momento en el que tengan que prohibir [desde el Ayuntamiento] la circulación de coches y motos, veremos cómo consiguen meternos a todos [los madrileños] en el transporte público”, añadió. El anterior equipo de gobierno de Ana Botella elaboró un estudio en el que se indicaba que las motos en su desplazamiento urbano en Madrid solo provocaban un 0,2 por ciento de las emisiones de dióxido de nitrógeno frente al 69,7 por ciento de los automóviles.
Los otros grupos municipales, el PSOE y Ciudadanos, también mostraron su disconformidad con esta decisión.
Anesdor
La organización gremial del sector de la moto emitió ayer por la tarde un comunicado mostrando su oposición a la medida al considerar “erróneo el tratamiento de la moto en el protocolo de actuación para episodios de alta contaminación que el Ayuntamiento de Madrid está en trance de aprobar y pide su modificación”, decía, y volvió a incidir en el argumento del estudio realizado por el Ayuntamiento en 2014. En su comunicado, Anesdor aportó diferentes datos rebatiendo la supuesta mayor contaminación de las motos frente a otros vehículos.
Anesdor también ha recordado el reconocimiento que se hace de la moto en pro de la movilidad urbana desde la Unión Europea: “Así lo indica el Parlamento Europeo en su reciente revisión del Libro Blanco del Transporte, en destaca el papel que pueden jugar las motocicletas para aliviar los problemas de movilidad, en especial, en las grandes ciudades”. Además, la asociación ha presentado sus alegaciones al nuevo protocolo con la esperanza de ser cambiar la posición de la Junta de Gobierno.
La decisión del Ayuntamiento ha tomado completamente por sorpresa a Anesdor. Solo tres días antes de la aprobación del protocolo por la Junta de Gobierno tuvimos la oportunidad de entrevistar a José María Riaño, secretario general de Anesdor y le preguntamos por la perspectiva que se tienen de la moto en los nuevos ayuntamientos. “Somos optimistas ante los nuevos gobiernos municipales y cabe que sean positivos hacia la moto, pero tampoco se han concretado cosas hasta la fecha”, dijo Riaño, y hablando en concreto del Ayuntamiento de Madrid, comentó que “lo que en ningún caso ha sucedido es que se hayan cuestionado los logros conseguidos hasta la fecha”, decía en su momento. No cabe duda que la perspectiva ha cambiado por completo.
