Una de las motos que más expectativas ha causado en los últimos tiempos. y con la que parece que finalmente nos quedaremos con las ganas de verla en Europa. Hablamos de la Kawasaki ZX-25R, una deportiva de acceso de 250 cc y cuatro cilindros en línea. De serie, sus prestaciones son muy similares a la de la Ninja 400, que por cierto no se vende ahora mismo al no tener homologación Euro5.
El caso es que sus 52 CV a 15.500 RPM son capaces de llevarla hasta rozar los 200 km/h, en realidad 187 es lo que reconoce en sus ficha. Unas cifras más que interesantes para todo el mundo excepto para aquellos que han decidido probar qué pasaría si se le pusiera un turbo.
Pues bien, la modificación que es tan discreta que a simple vista no se ve, consigue hacer que la potencia máxima aumente (se estima que hasta los 90 CV) y se pueda alcanzar una velocidad de hasta 250 km/h de máxima, una auténtica locura. Para conseguirlo han preparado dos versiones con turbos diferentes y es que uno de los problemas del turbo, es que puede volver la conducción más complicada.
De hecho en el prototipo 1 se aprecia esa dificultad de conducción que, sin embargo en el segundo no existe y que implica que la moto se conduce como si fuera la de serie, pero con esa potencia extra. Incluso quien ha podido probarla dice que la moto 1 es más complicada y exigente de llevar que las antiguas 125 de Gran Premio.
De todas maneras el trabajo realizado es espectacular e implica cambios en la compresión, variación en las tomas de admisión, nuevos mapas de inyección… todo con el fin de asumir la presión de 100 psi en el modelo 1 y de 60 psi en el modelo 2 que insufla el turbo.
En cualquier caso lo más interesante es darle al play y alucinar viendo lo rápida que es la “pequeña chicharra” que suena como una supersport, rinde como una supersport pero es una 250… que, eso sí, cuesta más que una supersport.