El año pasado, en España, 69 motoristas fallecieron o resultaron heridos en accidente de motocicleta mientras no utilizaban correctamente el casco. Este dato sorprende enormemente si se tiene en cuenta que la obligatoriedad del uso del casco se remonta a 1992, hace más de 24 años, por lo que encontrar a alguien que no hiciese uso del mismo debería ser casi anecdótico.
Por ello los fabricantes buscan alguna forma de obligar a los conductores a llevar correctamente colocado y abrochado el casco antes de poner en marcha la moto, de forma muy similar a los intentos en la industria de los automóviles de hacer algo similar con el uso del cinturón o la presencia del alcohol en la conducción.
Cascoblock es el primer intento que hemos conocido de estas características y, para ello, trabaja en dos líneas de actuación diferentes. Por un lado, con sensores instalados en el interior del casco que detectan cuando se ha colocado sobre la cabeza y, al mismo tiempo, se ha abrochado correctamente el cierre.
El segundo sistema con el que se está investigando consiste en utilizar un sistema de visión artificial. Para ello, una cámara instalada en la moto enfoca a la parte superior del cuerpo del conductor con el fin de detectar cuando éste lleva colocado un casco. El software de detección de rostro actualmente lo incorporan muchos teléfonos y las cámaras de fotos digitales, por lo que su desarrollo para esta aplicación debería ser sencillo.
Aun así, seguro que algunos conductores se las arreglarían para conseguir llevar la moto sin casco. Igualmente, estos sistemas no evitarían que aquellas motos anteriores que no dispusiesen del sistema, pudiesen seguir siendo conducidas de forma irresponsable. Como siempre, el mejor método es concienciar a los conductores y recordar que la cabeza es la parte más débil en un accidente.