El futuro de los vehículos eléctricos pasa, en términos de recargas, en llegar a un punto en el que no sea necesario conectar físicamente nuestro vehículo a un terminal mediante un cable. En los coches ya existen equipos que lo permiten pero en moto todo es ligeramente más complicado.
Una motocicleta, aparcada, sólo tiene tres punto de contacto con el suelo y dos de ellos son los neumáticos, unos aislantes perfectos. Debajo del motor no hay sitio suficiente para instalar una placa receptora por lo que únicamente nos queda la solución de la pata lateral. Y esto es lo que precisamente ha patentado BMW: un sistema de carga inalámbrica asociado a la pata lateral o también llamado pata de cabra.
Tal y como podemos ver en el dibujo de la patente que han dado a conocer nuestros compañeros de Bikesocial, BMW ha dotado a la pata lateral de un receptor inalámbrico mientras que la base, de pequeñas dimensiones, es donde está situado el emisor.
Debido a que la superficie de recarga es relativamente pequeña, la velocidad con la que la batería puede recuperar energía será relativamente lenta. Pero por otro lado, la recarga inalámbrica mejora en función de la distancia entre emisor y receptor. Cuanto menor sea, más eficiente es el sistema y en este caso ambos están casi en contacto.
Seguramente la idea pasa por usar el sistema para recargas de varias horas (por ejemplo mientras trabajamos o dormimos) sin que sea necesario tener la moto conectada a tomas de recarga rápida. De esta forma recuperaríamos la autonomía de los desplazamientos cotidianos en los momentos en los que no la estamos usando.