Para ser exactos la Benelli 512M de Plan B Motorcycles no homenajea al Ferrari 512M sino a un modelo muy especial derivado de este: el Sunoco Ferrari 512 M de 1976, o también llamado Flecha Azul. Bajo la dirección de Roger Penske así como con Mark Donohue y David Hobbs a los mandos y con la ingente inyección de capital por parte de su patrocinador principal, SUNOCO (estimada en unos 250.000 dólares de la época), consiguió uno de los coches más eficaces de la historia aunque curiosamente, sin haber rematado con una victoria. En Ferrariclubespaña podéis leer un interesante reportaje sobre él y todos sus detalles.
También podéis verlo en plena forma en este vídeo del canal Petrolicious en el que el propio David Hobbs habla sobre él:
Pasando ya directamente al asunto que nos ha traído hasta aquí, la gente de Plan B Motorcycles tomó como base para lo que ellos han llamado una Resto-Racer una Benelli 354 Sport (cuyo parecido es más bien escaso) que llevaba más de 20 años parada y tras desmontarla completamente dejaron únicamente el chasis y las llantas. Trasplantaron el motor de una Benelli 500 con el fin de conseguir el doble de potencia que de serie pero además trabajaron profundamente en él, con un pulido de los conductos de admisión así como la incorporación de cuatro carburadores Dellorto y encendido electrónico Dynatech. El propulsor se completa con un escape artesanal 4-1-2-4 con silenciosos HP Corse y tratamiento cerámico en blanco, a imagen del Ferrari 512M.
El subchasis de aluminio se fabricó expresamente para acoger el nuevo asiento monoplaza y colín así como una suspensión tipo cantilever con amortiguador Gears Racing en vez del doble muelle trasero que consigue una geometría más radical. El basculante también es de nueva factura y de sección tubular.
Parte de este cambio que modifica las cotas de la moto, es debido al tren delantero que fue trasplantado al completo desde una Buell M2 Cyclone, incluyendo su disco de freno delantero de 340 mm con pinzas de seis pistones. Tanto delante como detrás ha mantenido las llantas de serie en 18” con neumáticos Avon, que le dan aspecto clásico pero prestaciones de este siglo.
Otra de las piezas que se hicieron desde cero fue el depósito de aluminio, que cuenta con la particularidad de un doble ojo de buey transparente (uno a cada lado) el cual permite ver la cantidad de gasolina restante.
Si habéis leído algo sobre el coche en el enlace que os puse antes, habréis observado que el Ferrari de Sunoco mezclaba multitud de materiales en la carrocería, en función de su ubicación. En esta Benelli 512M se ha hecho algo parecido pues el colín la parte superior del carenado son de fibra de vidrio mientras que para los laterales se ha recurrido de nuevo al trabajo metálico en aluminio.
La tija superior incorpora todos los indicadores necesarios, desde el mando de las luces (la moto está legalizada y puede circular por la carretera) al botón de arranque pasando por un mando para poner en marcha el cronómetro analógico montado al lado del tacómetro.
El detalle que definitivamente quita el hipo es el accionamiento del caballete. Gracias a otro interruptor, la pata lateral sale automáticamente desde la quilla para poder aparcarla en la calle sin necesidad de que un mecánico llegue corriendo para colocarte el caballete sobre la rueda trasera.
La decoración, como no podía ser de otro modo, rinde homenaje directo al Sunoco Ferrari 512 con ese color tan característico en el que se entremezcla el azul y el amarillo así como la incursión de los patrocinadores de la época.
Orgásmica cuando además te puedes deleitar con su sonido.