Ya en la campaña de las pasadas elecciones municipales, Barcelona En Comú, el grupo que se presentaba con Ada Colau como candidata y que, finalmente, resultó investida alcaldesa de Barcelona, reveló su intención de acabar con la subvención que recibía el Circuit de Barcelona-Catalunya desde el Ayuntamiento de la Ciudad Condal, porque se consideraba que no era un gasto prioritario dada la situación social que se vive como consecuencia de la crisis económica en la que todavía estamos inmersos.
Esta intención se ha hecho realidad con la aprobación de los presupuestos para 2016, en los que el Ayuntamiento ha reducido la inversión a la mitad, de cuatro a dos millones de euros, según ha confirmado el primer teniente de alcalde de Barcelona, Gerardo Pisarello.
Además, Pisarello confirmó que es intención del consistorio realizar una “retirada progresiva” de las subvenciones al Circuit. También explicó que había tenido reuniones con alcaldes de diferentes municipios próximos al circuito, que también van a reducir a la mitad sus aportaciones, con el objetivo de que la instalación busque progresivamente nuevas fuentes de financiación que cubran el fin de la aportación del dinero público, y que así el Circuit “vaya siendo autosuficiente, poco a poco”, dijo Pisarello.
