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Bad Bike Beach: Fatbike eléctrica y con sidecar

Fotos: Bad Bike
La llegada de los motores eléctricos y sus posibilidades han hecho que la barrera entre las bicicletas y los ciclomotores se haya reducido hasta ser extremadamente complejo saber dónde está el límite. Este es el caso de la Bad Bike Beach, una bicicleta con ayuda eléctrica y sidecar

A falta de una regulación, que nos consta que muchas autoridades están valorando, las bicicletas con motor de gasolina son consideradas ciclomotores, mientras que las que tienen ayuda eléctrica, por el momento, se quedan a las puertas como bicicletas. Este es el caso de esta fatbike, bicicleta de rueda ancha, que permite que los más pequeños de la casa puedan tener la oportunidad de ponerse a los mandos de un sidecar.

Eso sí, su potencia, de 250 y 500 vatios no es suficiente para tirar del conjunto, que con un marcado aire retro tiene, no lo vamos a negar, su encanto. El vehículo está fabricado en aluminio, cuyo color se ha respetado aplicando laca transparente. En cuanto a la iluminación, los faros tanto delanteros como traseros llevan bombillas LED, una buena idea teniendo en cuenta que la electricidad es un bien preciado cuando ayuda a que des menos pedales y que este tipo de bombillas tienen un consumo moderado de la misma.

Lo cierto es que parece una gran idea también para pasear con los niños o con la mascota y dar una vuelta en un modelo único, eso sí, aparentemente cuenta con un defecto a tener en cuenta y es la falta de protección de los radios en la zona del sidecar, algo que se puede solucionar de manera artesanal para evitar dolorosos sustos.

En cuanto al precio, de nuevo vuelve a ponerse a la altura de los ciclomotores, llegando a superarlos y es que estamos hablando de que la unidad más básica está en el mercado desde 3.198 €, mientras que la más cara sube hasta 3.698 €. Por cierto, Bad Bike es una empresa italiana, concretamente de Nápoles, que cuenta con distribuidores en España.

David Robledo
David Robledo
La pasión por las motos me viene desde la cuna. En casa la afición de la moto de mis padres, especialmente mi padre, nos hizo vibrar cada domingo y viajar a las carreras. Así que el momento de flirtear con las carreras llegó y durante un tiempo jugué a eso de ser piloto (en motocross, que no había dinero para más). Colgadas las botas y el casco llegó el paso natural, seguir en las carreras al otro lado del muro y en eso llevo desde 2007 trabajando con equipos y pilotos primero y como parte de Soymotero.net desde unos años después. ¡Siempre full gas!

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