Quien usa una Vespa o una Lambretta clásica no lo hace por el mero hecho de conducir una moto, sino por todo el sabor clásico que tienen detrás monturas con varias décadas a sus espaldas. Sin embargo, tal como está el panorama con las emisiones en las ciudades, las alternativas para seguir usándolas se van acortando. Dejar la moto en el garaje o como un objeto histórico para hacerse con una moderna parece ser la única opción. Al menos eso es lo que muchos podíamos pensar si no existiesen unos interesantes kits que convierten las más míticas de las Vespas y Lambrettas en motos eléctricas. Sí, sí, nada de humo ni de aceite, vibraciones todavía les quedarán algunas y es que estas motos, independientemente de las motorizaciones, son muy peculiares.
Pero dejémonos de imaginar para meternos de lleno en lo que es realmente la novedad, y es que la empresa británica Retrospective cuenta con unos kits de conversión que nos han llamado mucho la atención. Se trata de opciones para hacer la conversión pero sin cortes ni soldaduras, vamos lo que se llamaría “plug-and-play” y que implica que no hay que romper nada de lo original por lo que en caso de quererlo o necesitarlo, se puede volver atrás y volver a tener la moto con su motor de gasolina.
Estos kits, que arrancan en las 3.400 libras o lo que es lo mismo 3.960 euros al cambio actual, nacieron como respuesta a las propias necesidades y gustos de la gente de Retrospective que querían que sus viejas máquinas contasen con las ventajas de las tecnología actuales. Detrás del proceso, además, trabajaron para que mecánicamente todo fuese sencillo para que se pudiera montar incluso por los mecánicos menos expertos y que, además, no afectase en absoluto a la estética original. De esta manera aunque el corazón fuese eléctrico, de cara al exterior prácticamente no se aprecia la diferencia (más allá de la desaparición del escape).
En cuanto a la parte mecánica, se cuenta con un motor de 3kW que va montado en el propio buje de la rueda trasera a imagen y semejanza de la mayor parte de los scooters eléctricos actuales. La batería tiene dos versiones: una de 64V/28 Ah que nos lleva a rozar los 50 kilómetros y otra, de 72 V/31,5 Ah que subiría la autonomía por encima de los 60. Lo más llamativo es que en muchos de los modelos se pueden combinar las baterías para que trabajen en conjunto y así aumentar la autonomía. El kit, disponible para todos los modelos de Vespa y Lambretta clásicos, es compatible con las Vespa de bastidor largo y corto y con las Lambretta Li, I, II, III, GP y J.
Precisamente el kit trae todo lo que se puede necesitar para llevar a cabo la conversión, que deberá ser homologada. Es decir, nos encontramos con el basculante, el motor y la llanta trasera, la batería, sistemas eléctricos, el controlador y hasta un faro LED y un cuadro de instrumentos digital. Como decíamos antes, todo ello se puede sustituir sin tener que cortar o desechar nada de la moto original.