Cuando oyes hablar de las Autobahn alemanas, en seguida se asocia con la libertad de poder correr todo lo que quieras. Pero la realidad no es así, y es que Autobahn no es sinónimo de velocidad libre, sino que depende de los tramos y los vehículos. Por ejemplo, los camiones no pueden pasar de 80 km/h en cualquier tramo, y actualmente en torno al 40% de todas las autopistas germanas sí tienen límites de velocidad.
Por si esto fuera poco, en los tramos de autopista donde realmente se puede conducir sin restricciones, hay una velocidad recomendada de 130 kilómetros por hora. Pero ahora todo esto podría cambiar drásticamente. El país centroeuropeo está sopesando la posibilidad de poner límites de velocidad.
Aunque desde hace años y debido al mayor consumo y, por tanto, a la mayor emisión de partículas contaminantes, se ha estado haciendo presión por parte de muchos grupos, es la alta siniestralidad la que está haciendo que los gobernantes comiencen a plantearlo seriamente.
Los accidentes mortales en las Autobahn han aumentado
Hasta ahora y a pesar de esta presión, los diferentes gobiernos se han opuesto tajantemente, pero las cifras están comenzando a ser preocupantes. Después de tumbar propuestas en 2019 y 2022, ahora el argumento de la seguridad vial y los problemas registrados en los informes, ponen contra las cuerdas la libertad de velocidad en las Autobahn alemanas.
De hecho, Alemania está registrando un mayor número de fallecidos en carretera, y prácticamente el 43% de ellos, tal como recogen los informes, tienen lugar en accidentes con exceso de velocidad en las autopistas.
Y es que las consecuencias de un accidente, por una mera cuestión física, aumentan a mayor velocidad. Por tanto, es lógico pensar que en caso de tener estos problemas de seguridad se plantee la cuestión.
Lo que habrá que ver es si Alemania está dispuesta a renunciar a uno de sus estandartes desde hace prácticamente un siglo o si, por el contrario, asumen que por muy duro que sea es un “peaje inevitable” para la sociedad.