Elegir un casco parece una tarea sencilla, pero al final el mercado nos provee de tantas opciones que resulta más complejo de lo esperado. Elegir el modelo definitivo muchas veces va en cuestión de gustos y posibilidades económicas, aunque el tipo de casco es un aspecto que hay que definir antes. En las siguientes líneas te presentamos los tipos de casco para moto que existen actualmente y con los que se puede circular de manera legal por cualquier sitio.
Cascos integrales
Se trata de cascos de una pieza, cerrados por completo, con visera y que, por tanto, ofrecen protección completa en toda la cabeza. Su material puede ser diferente, desde policarbonato a carbono, pasando por mezclas de diferentes fibras, como la de vidrio, carbono o kevlar.
Gracias a su diseño, suelen ser bastante aerodinámicos, sobre todo si se trata de los modelos más deportivos de cada marca. No tienen un uso destinado específico, pues sirven tanto para circular por ciudad como por carretera, autopista y, dependiendo del modelo y su calidad, en circuito. Su punto fuerte es que ofrece una gran seguridad, aunque por contra son más incómodos de lo que puede ser un casco abierto.
Cascos jet o abiertos
Los cascos jet o abiertos, como bien indica este segundo adjetivo, no protegen completamente la cabeza ya que llevan una gran apertura. Por norma general protegen la parte trasera y los laterales del cráneo, dejando al descubierto toda la cara. Dependiendo de los modelos, encontramos cascos abiertos con pantallas grandes que hacen más cómoda la conducción cuando se empiezan a alcanzar ciertas velocidades.
Se suelen ver más en verano si se trata de una ciudad fría, aunque por las zonas más templadas son bastante empleados. Aunque mucha gente piensa que el hecho de que sea abierto hace que sea más “fresco” que un casco integral, gran parte de esa refrigeración depende también de los conductos de ventilación que lleve y eso teniendo en cuenta que quizás a 40ºC que el viento te de en la cara no es tan agradable como uno espere. Su punto fuerte es su comodidad en ciudad, mientras que para carretera y autopista son más incómodos debido a su protección aerodinámica y al ruido que generan.
Cascos modulares
A medio camino entre los cascos integrales y los jet se encuentran los modulares. Estéticamente se trata de unos cascos que aparentan ser integrales, aunque cuentan con la ventaja de que la mentonera puede levantarse. Esto hace que se quede funcionalmente como un jet. Son el tipo de cascos que emplea, por ejemplo, la Guardia Civil y son sumamente prácticos al dejar la cara al descubierto sin tener que quitarse el casco.
En cuanto a protección y siempre que el casco esté homologado como debe, ofrece una muy similar a la que pueda ofrecer un integral. Sin embargo hay cascos modulares que únicamente están homologados como cascos abiertos. Su mayor virtud es la versatilidad, aunque legalmente no se puede circular con ellos con la mentonera levantada si está homologado como integral, por lo que en ese aspecto estamos hablando de algo similar a un integral si estamos en marcha. Para poder circular con él abierto, debe tener también la homologación “J”, que lo habilita para ser usado como un modelo jet.
Cascos off road
Cuando nos referimos a cascos de off road, nos referimos principalmente a los casos tipo “adventure” y a los de motocross. Los primeros andan a medio camino entre un integral y uno de motocross, puesto que tienen la misma forma, pero cuenta con detalles pensados para circular por carretera, como es la visera.
En cuanto a los cascos de motocross, estos están pensados para su uso fuera de carretera, buscando la mayor refrigeración y seguridad posible. Se emplean tanto para circular por el campo como para circuito, aunque su uso está permitido también en carretera. Se suelen desmontar con facilidad para poder limpiarlos y la visera ayuda a intentar evitar las piedras que saltan. Sin embargo son unos cascos poco eficientes si estamos en carretera, pues carecen de la aerodinámica que hemos podido ver en el resto.