Este fin de semana la caravana del Mundial de MotoGP visita en el Autódromo de Brno por trigésima vez consecutiva para disputar el Gran Premio de la República Checa. El trazado checo ya está preparado para acoger la undécima cita del campeonato.
Tras las vacaciones veraniegas los pilotos regresan a la acción en el Circuito de Brno, dónde recorrerán sus más de 5.400 metros trazando un total de 14 curvas, 8 de derechas y 6 de izquierda. El Autódromo de Brno cuenta con cuatro zonas claves donde se producen la mayoría de los adelantamientos.
La primera zona llega después de la recta principal, los pilotos tendrán que poner a prueba sus frenos para encarar la primera curva, un ápice cerrado de derechas. Otra oportunidad para sobrepasar a los rivales la encontramos en la zona dos, cuando las motos encaran una S primero de izquierdas y luego de derechas, curvas 3 y 4, en la que se pondrá a prueba la técnica de los pilotos.
Ya en la tercera zona, en bajada los pilotos afrontaran la curva Kevin Schwantz, la número 10, un giro largo a tener en cuenta para adelantar a los rivales. En el tramo final del circuito, los pilotos tendrán que estar atentos a la sucesión de dos curvas, la primera de izquierdas, la 13, y la segunda de derechas, la 14, con diferente desnivel entre ellas, y a su salida encarar la recta principal.