La búsqueda de la máxima seguridad para los pilotos es un objetivo prioritario en el Mundial de MotoGP. La Comisión de Gran Premio, el órgano de control del campeonato, en el que están presentes Dorna como promotor de MotoGP, la Federación Internacional de Motociclismo (FIM), la Asociación de Equipos (IRTA), y la Asociación de Fabricantesn (MSMA), tomaron importantes decisiones en Motegi, y una de ellas fue la obligatoriedad de usar monos equipados con airbag a partir de 2018.
La medida está respaldada por los propios proveedores, constituidos en el grupo de trabajo que se ocupa de la seguridad. Actualmente hay, al menos, quince proveedores de monos en el Campeonato del Mundo. Algunos son grandes y conocidos fabricantes, como Alpinestars, Dainese, Spidi, Rev’it!, Furygan, Ixon, IXS, o RS Taichi, pero otros son pequeños proveedores con una capacidad de desarrollo tecnológico más limitado Mithos, Macna, Vircos, Gimoto, C-Dream, o JG.
En MotoGP sólo hay tres fabricantes que hayan desarrollado tecnología propia: Dainese, con el sistema D-air; Alpinestars, con el Tech-Air; e Ixon, que junto con la empresa de tecnología In&motion, especializada en esquí, cuenta con su sistema propio. Otros fabricantes, como Furygan o Rev’it!, emplean el sistema D-air de Dainese.
Dainese fue pionera en el desarrollo de estos sistemas. Sus investigaciones se iniciaron a mediados de los años noventa. Ya en 2007 presentó un modelo incorporado al mono de los pilotos, que se encontraba dentro de la joroba de la espalda, y que se inflaba hacia el exterior, con una bolsa de aire de 37 litros de capacidad que protegía cuello, hombros y pecho, de una forma un tanto aparatosa. Marco Simoncelli, Simone Grotzky y Michael Ranseder fueron los primeros pilotos que utilizaron este sistema.
El interés de Dorna por incorporar mejores sistemas de protección activa para el piloto no es nuevo. En 2011, Javier Alonso, miembro de la Dirección de Carrera de MotoGP, ya indicó que se estudiaba el uso obligatorio del airbag en competición: “El problema del airbag a día de hoy es que no está evolucionado al máximo y aún no se puede imponer”, explicó Alonso en una ocasión. En su momento, la clave en el uso de este dispositivo era que fuera accesible a todos: “Tenemos que tener claro y seguro que todo el mundo lo pueda tener disponible. El airbag tiene que ser apto para todas las categorías y a día de hoy no lo es”, dijo Alonso.
En la actualidad, el airbag se ha extendido a muchos fabricantes, e incluso ha llegado al usuario, que ya tiene a su disposición equipamiento con este avance, desarrollado en competición pero cuyos beneficios alcanzan al aficionado.
