Después haber sido operado el pasado 17 de agosto por el Dr. Xavier Mir en la Clínica Dexeus para solucionar la rotura de los tendones extensores del dedo índice de la mano izquierda, una lesión que vino como consecuencia de una caída en los entrenamientos libres del Gran Premio de Italia el 3 de julio, Axel Pons ha estado trabajando en Barcelona en su recuperación, siempre con la idea de volver en las mejores condiciones y evitar cualquier riesgo por una reaparición tardía. Tras casi seis semanas, el piloto barcelonés ha podido volver a entrenar con la moto, lo que ha servido como prueba de que la rehabilitación ha ido por el buen camino y de que está listo para volver a la acción y para tratar de recuperar el tiempo perdido y terminar de la mejor manera en las cuatro pruebas que quedan para que finalice el Campeonato del Mundo de Motociclismo.
«Estoy mucho mejor. Creo que hemos hecho un gran trabajo de rehabilitación, he estado yendo cada día para que me tratasen, y ahora ya puedo cerrar la mano sin problemas, cuando hace poco no podía ni cerrar el puño. Han sido muchas horas, e incluso esta semana he ido tres veces a hacer supermotard y me he sentido bien, así que eso me ha empujado a decidir volver en Japón. No nos queríamos precipitar como cuando me rompí el tercer metacarpiano y fuimos a Alemania estando aún mal, y luego a Brno, porque eso empeoró la situación. Queríamos llegar bien a Motegi. Han sido unas semanas duras, en las que he estado acumulando las ganas de subir de nuevo a la moto. Como sabía que no podía he preferido aislarme; lo pasaba mal sabiendo que se estaban disputando las carreras, y casi ni las he visto, por lo menos en directo. Ahora que me siento preparado las he repasado y eso ha aumentado aún más mis ganas de llegar a Japón».
