Maeso ha estado hospitalizado durante tres semanas en la Isla de Man y en Liverpool, donde fue intervenido en dos ocasiones para realizar la reconstrucción de sus múltiples fracturas en la pierna izquierda. En total han sido 12 horas de quirófano en las cuales le han puesto 22 tornillos, tres placas y un injerto de piel, cubriendo una zona dañada que va desde la cadera hasta el tobillo, habiéndose dejado la rótula en el bordillo con el que impactó, ya que quedó hecha añicos y fue imposible de reconstruir. El panorama no es muy alentador pero los médicos esperan que Maeso vuelva a andar a medio plazo y llevar una vida aparentemente normal. De momento, por la gravedad de las fracturas, deberá pasar el verano prácticamente inmovilizado, y si todo va bien, empezar la rehabilitación allá por el inicio del otoño.
Teniendo en cuenta el ratio de accidentes y fallecimientos que se dan en la Isla de Man, Maeso tiene que estar incluso contento de poder vivir para contarlo, ya que tuvo la genialidad y el malabarismo de no caerse de la moto después del impacto y ello le salvó, probablemente, la pierna y la vida.
Antonio Maeso:
«Ha sido muy duro y queda tanto que tengo que ver de dónde sacar las fuerzas. Me han escrito miles de personas y siento no poder contestarlas, pero me han leído todos los mensajes, los cuales agradezco de corazón. Pero antes de iniciar este camino de penitencia quiero también mandar un abrazo y mil gracias a tantos y tantos amigos, aficionados, sponsors, medios, familia, etc, que me han ayudado tanto y me han apoyado durante tantos años de competición. Nunca podré agradecer suficientemente tanta generosidad. Un amigo para siempre».
