Prueba Voge 525 DSX 2023: Introducción
Voge desembarcó en España hace ya 5 años de la mano del grupo Loncin, y ofrece hoy 18 modelos en su catálogo incluyendo motos naked, neoretro, scooters y hasta una moto eléctrica: la ER10. Pero sin duda destaca por su nutrida y exitosa gama de motos trail (aventura) que se completa ahora con la llegada de la 525 DSX.
La marca se integra dentro de un grupo empresarial con una capacidad de producción impresionante. El grupo Loncin fundado en 1993, pone en el mercado tres millones de motos al año y tiene colaboraciones estrechas con fabricantes europeos como BWM. Es esta larga experiencia en fabricación y la retroalimentación que ha ido consiguiendo del mercado europeo lo que posibilita que sus modelos tengan cada vez más acogida en España.
La 525 DSX viene pensada para el trail más puro desde el origen, con componentes de calidad en la parte ciclo y una motorización adecuada y versátil tanto para el experto que viene de algo más grande y busca una moto ágil y manejable, como para el público más joven que se inicia desde el entorno urbano (tal vez) y apunta a las montañas. Todo esto sin renunciar a la tecnología imperante (control de tracción y ABS desconectables) y calidades de acabados notables.
Algunas competidoras de esta Vogue 525 DSX son la Benelli TRK 502 X, la Honda CB500X, la Macbor Montana XR5 o la QJMotor SRT 550X. Vamos a ver qué propuesta nos hace Voge con esta nueva 525 DSX.
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Prueba Voge 525 DSX 2023: Características y Equipamiento
La nueva trail de Voge en la media cilindrada tiene un renovado propulsor con una configuración «cuadrada», aumentando la cilindrada de 471 cc a 494 cc. Conserva la culata de cuatro válvulas con doble árbol de levas, con una relación de compresión mejorada de 10,7 a 11,5:1. La potencia se mantiene en 47,5 CV a 8.500 rpm, pero el par máximo ha mejorado a 44,5 Nm a 7.000 rpm. Incluye 2 modos de conducción, control de tracción desconectable y embrague antirrebote.
Cuenta con un chasis multitubular en acero y basculante de aluminio. Las llantas son de radios en 19 y 17 pulgadas con neumáticos tubeless Metzeler Tourance en secciones de 110/80 en el tren delantero y 150/70 en el trasero. La suspensión delantera es una horquilla invertida KYB de 41 mm, con 150 mm de recorrido, regulable en precarga, extensión y compresión, mientras que la trasera es un monoamortiguador KYB regulable en precarga, con sistema de bieletas y 155 mm de recorrido.
Cuenta con frenos de doble disco delantero de 298 mm y un trasero de 240 mm, con pinzas japonesas Nissin de doble y simple pistón, respectivamente. El sistema ABS es desconectable. Tiene un peso en seco de 190 kg y una distancia entre ejes de 1.450 mm. El asiento está a 830 mm del suelo y el depósito de combustible tiene una capacidad de 16,5 litros, ofreciendo una autonomía media de aproximadamente 350 km. Las dimensiones son 2.215 mm de longitud, 840 mm de anchura y 1.365 mm de altura.
La Voge 525 DSX tiene un frontal con guardabarros delantero tipo «pico de pato» y pantalla regulable en dos posiciones de altura. Viene equipada con defensas laterales, cubremanetas, salida elevada del silenciador de escape y caballete central entre otros. Cuenta con alumbrado Full LED, pantalla LCD a color de 7″, control de tracción, sensores de presión de los neumáticos, conectividad Bluetooth, sistema de navegación básico, tomas de corriente USB y mechero, y portabultos trasero y estructuras laterales para maletas y baúl.
Prueba Voge 525 DSX 2023: En Marcha
Lo primero que llama la atención de esta Voge 525 DSX cuando nos acercamos a ella, es la percepción de calidad general que ofrece. El diseño es moderno y atractivo, mención especial a la óptica delantera que resulta muy bonita, acompañada de una animación al arrancar en el propio faro (que vagamente recuerda a la del frontal del coche fantástico). Al tocar asiento encontramos buenos materiales, piel sintética de calidad y pespuntes en contraste en las costuras. El depósito y los plásticos que componen los cuerpos de la moto presentan buena cara. Las piñas están bien diseñadas, los puños y manetas ofrecen buen tacto y unos espejos adecuados coronan el puesto de conducción.
Enseguida reparamos en el (gran) LCD de 7 pulgadas que queda estupendamente integrado y resulta muy llamativo. Aunque tiene una pega importante y es que no se ve muy bien cuando le da el sol, pero también es cierto que eso pasa con muchas pantallas de este tipo y para compensarlo, Voge se ha asegurado de que la velocidad, la marcha engranada y el cuentarrevoluciones ocupen la mayoría del espacio. La pantalla ofrece además la lectura de los sensores de presión de neumáticos, que vienen de serie, temperatura ambiente y conectividad Bluetooth para ver llamadas entrantes. Existe la posibilidad de tener en pantalla un sistema de navegación básico también (del tipo que no muestra el mapa, pero sí avisa de los giros).
El asiento de la esta 525 DSX está a 830 mm del suelo, pero la moto es particularmente estrecha en la parte central, lo que hace que usuarios de menor talla tengan en parte un alivio para poder plantar los dos pies en el suelo. Durante la prueba, algunos compañeros que no llegan a los 170 cms de altura, mencionaron convencidos lo accesible que era la moto. En mi caso, que mido 186 cms, podría haber tenido el problema contrario, que a veces me ocurre que me cuesta albergar las piernas bajo el depósito o ponerme de pie. Pero además de ser estrecha en el centro, los volúmenes del depósito están muy adelantados. De forma que encuentro mucho espacio para las piernas al ir sentado y además me siento cómodo yendo de pie en la moto, a pesar de que no es de las más grandes. El manillar tiene la anchura justa para el tamaño de la moto y resulta cómodo, ofreciendo una posición general neutra.
El parabrisas es ajustable en dos posiciones mediante un sistema muy sencillo y elegante, básicamente tirando o empujando el parabrisas hasta que haga “click” y tenemos también luces auxiliares que le dan un toque al conjunto final y están muy bien integradas en el carenado de la moto. La línea de escape y la posición elevada del silencioso añade un toque de esbeltez a la parte trasera y un aire offroad también.
Cuando por fin ponemos la moto en marcha es notorio lo bien que está distribuido el peso de esta 525 DSX, que además con 190 kg (en seco) es de los más bajos de su segmento. Esto unido a una altura de asiento contenida, hace que sea llevadero maniobrar en ciudad. El manillar no es demasiado ancho y los espejos quedan elevados, así que tenemos menos problemas para sortear el tráfico y esquivar los retrovisores de los coches.
Cuando salimos a carreteras nacionales, autopistas y autovías podemos comprobar que la 525 DSX va muy desahogada a altas velocidades, aunque cuando superamos los límites legales aparecen algunas vibraciones en la marcha. La protección aerodinámica se empieza a quedar corta para mis 186 cms cuando vamos muy rápido, pero a velocidades de viaje, se puede ir bastante cómodo. En general por estas vías, la moto se desplaza con aplomo y las suspensiones ofrecen buen confort de marcha, con una sexta marcha que relaja mucho la mecánica y nos ayuda a ahorrar combustible.
Pero donde realmente brilla esta 525 DSX es en carreteras secundarias con trazados sinuosos, que es donde la he podido disfrutar de verdad. La moto transmite mucho aplomo y la suspensión ofrece mucha información del terreno y nos mantiene conectados siempre al asfalto. El motor lo da todo en la parte baja y media del tacómetro y eso hace que las recuperaciones y las salidas de curva sean poderosas. Si lo queremos estirar mucho encontraremos más vibraciones y no tanto jugo que exprimir. Pero así como está, le hace justicia a la filosofía del concepto, que se trata de divertirse curveando sin necesidad de ir siempre al límite. La frenada por cierto, es de lo mejor de la moto. Aunque el tacto de la maneta resulta un tanto duro al comienzo del recorrido (he necesitado usar tres dedos cuando quería frenar fuerte para evitar la fatiga), la potencia y la progresividad son excelentes.
La comunicación del motor y el tren trasero a través del acelerador es progresiva, clara y sin holguras. La relación de marchas tiene una tercera muy aprovechable que prácticamente podemos llevar engranada todo el tiempo mientras tengamos curvas enlazadas por delante. Si somos más de rebañar el cambio, encontraremos que el accionamiento es un poco ruidoso, pero funciona a la perfección y no hay falsos puntos muertos. El reparto de pesos es muy adecuado y no se aprecian cabeceos ni inercias extrañas en paso por curva, donde la moto se comporta como un tiralíneas.
La moto tiene dos modos de conducción (eco y sport) aunque sinceramente, hay muy poca diferencia entre ellos. Pasados unos kilómetros de ir cambiando, dejé el modo sport activado definitivamente y me limité a disfrutar de toda la entrega de potencia, que resulta por cierto, muy lineal y progresiva. En general el fantástico comportamiento en carretera de esta 525 DSX se puede atribuir principalmente a un buen reparto del peso, una parte ciclo con componentes de calidad y ese motor que empuja desde bien abajo y en el medio régimen. La mecánica está ideada originalmente para dar más potencia de la que presenta su versión en España y eso se nota en lo suelta que va y lo rápido y fácil que sube de vueltas. El ABS y el control de tracción resultan correctos y no son intrusivos, lo que junto a la buena elección de los neumáticos (Metzeler Tourance) hacen que podamos acercarnos un poco a los límites de la moto con cierta confianza.
Cuando salimos del asfalto comprobamos que la Voge 525 DSX no es ningún monstruo para el offroad. Pero sí tiene ciertos detalles interesantes que la ponen por delante de muchas de sus competidoras en terrenos más camperos. El ABS y el control de tracción son desconectables y eso siempre es un plus cuando queremos divertirnos un poco en lo marrón. Al mismo tiempo, el motor suave y con mucho par viene muy bien para “tractorear” por zonas más técnicas. No olvidemos que estamos hablando de una moto trail, que se va a desenvolver muy bien recorriendo alguna que otra pista. Pero si nos ponemos intensos, la suspensión que filtra muy bien en carreteras rotas y en pistas sin asfaltar a velocidades moderadas, nos va a recordar que no estamos en una enduro a base de hacer tope sin clemencia.
Con todo y con eso, mi opinión personal es que esta Voge 525 DSX es probablemente de las trail de 500 cc con más aptitudes camperas, siempre y cuando estemos contemplando un uso moderado por caminos y pistas, no más allá del 20% o 25% del tiempo y a paso tranquilo, que al fin y al cabo es el uso que buscarían la mayoría de usuarios.
Los puntos fuertes de esta Voge 525 DSX vienen dados por la calidad de sus componentes (suspensiones Kayaba y frenos Nissin) unidos a un propulsor que va muy desahogado y tiene una pegada muy aprovechable. Otro de sus ventajas es su contenido peso y el buen reparto del mismo. Su comportamiento dinámico es francamente bueno y la diversión en carreteras secundarias está más que asegurada con ella.