Si algo bueno tienen las crisis económicas es que agudizan el ingenio lo que, en el mundo de las dos ruedas, se está traduciendo en la aparición de modelos que buscan seducirnos con un argumento que en más veces de las que nos gustaría se está convirtiendo en determinante a la hora de tomar nuestras decisiones de compra y es, cómo no, el precio. Así, en estos últimos años hemos visto profilerar la oferta de modelos de scooters y megascooters con precios muy ajustados. La firma española Mx Motor ha decidido entrar con paso firme a competir en este nicho de mercado tan en alza con un modelo equilibrado, que ofrece lo que promete y, por el precio que tiene – 2.399 euros – difícilmente podría defraudar a quien opte por él.
Back to de basics
La época en que scooter barato era sinónimo de scooter feucho ha pasado, el E-space goza de una gran presencia.
A la hora de plantearnos lanzar al mercado un producto de precio ajustado tenemos dos opciones: recortar calidades o recortar prestaciones. El primer camino es peligroso, ya que de entrada nos permite seguir ofreciendo productos con múltiples características pero que, a la larga, se volverán en nuestra contra con su mal envejecimiento (si es que consiguen envejecer antes de romperse). Resulta mucho más inteligente la segunda vía, eliminando elementos prescindibles para poder contener el precio de un producto sin repercutir en la calidad de los elementos sustanciales del mismo.
Parece que en la concepción del E-Space se ha tomado esta segundo camino, logrando un producto final que cumple a la perfección la misión que se le ha encomendado – en ocasiones hasta con nota – por lo que después de una semana de uso intensivo por el trepidante tráfico de Madrid podemos decir que hemos quedado muy satisfechos con él.
La pata de cabra ofrece mucha confianza, aunque para paradas largas siempre podremos usar el caballete central.
El planteamiento del E-Space es muy sencillo: un megascooter amplio, con buena capacidad de carga y una postura cómoda, una estética más que digna ( resulta casi inevitable pensar en el Yamaha X-max al verlo) y un motor carburado con refrigeración líquida que cumple, ahí sí, por encima de lo que esperábamos para el precio de este scooter.
“E-Spacio” asegurado
Lo primero que destaca del E-Space es eso, el “space”. Es un scooter francamente espacioso que ofrece una postura de conducción muy agradable. Especialmente cómodo me pareció el espacio reservado para los pies ya que, pese a no ser de suelo plano y tener un túnel central, la plataforma que queda a ambos lados del mismo es realmente amplia.
Bajo el asiento podemos guardar perfectamente dos cascos integrales.
El asiento también cumple con soltura. Dividido en dos alturas que marcan zonas para piloto y posible pasajero, con una talla normal no solemos ocupar plenamente la parte del conductor, de modo que los que sean muy altos aun podrán sentarse más atrás para evitar tener que flexionar las rodillas en exceso. Igualmente, para quien ande más ajustado de talla – no es un scooter precisamente para bajitos – el asiento permite deslizarnos hacia delante con facilidad para poder alcanzar el suelo con los pies en las paradas.
El pasajero dispone de estriberas escamoteables y de unos generosos asideros que terminan en una parrilla compatible con los baúles de la firma italiana Givi.
El tablier, estéticamente es bastante simplón, pero ofrece mucha información y se lee bien tanto de día como de noche.
A la hora de guardar cosas, el E-Space vuelve a cumplir con nota: bajo su asiento disponemos de un amplio hueco para guardar dos cascos integrales y tras el escudo contamos con una guantera que dispone de cerradura y que da acceso además a una toma a batería de tipo mechero que podemos aprovechar para recargar nuestro móvil por ejemplo.
En marcha
La postura es relajada, el amplio asiento permite jugar según andemos de piernas y los pies encuentran su sitio con comodidad.
Pues una vez acomodados toca echarnos a la calzada y empezar a rodar con él. Hemos tenido la ocasión de rodar durante una semana con el E-Space por Madrid, tanto callejeando por su espeso tráfico en el centro de la ciudad como realizando trayectos medios por autopistas de circunvalación y autovías para salir de la capital hacia poblaciones cercanas. En el callejeo el E-Space se ha mostrado solvente, sin ser tan ágil como un scooter de tamaño contenido, ofrece un radio de giro suficiente para colarnos entre las hileras de coches. Pero donde habría que ponerle la mejor nota es en los desplazamientos medios, donde su chasis de viga central se comporta a la perfección a velocidad máxima y su motor Linfan se ha mostrado más que solvente para movernos con dignidad en vías rápidas. Y es que este 125 empuja más de lo que uno podrías esperar a primera vista, por lo que, si estamos pensando en comprar un scooter para los desplazamientos diarios al trabajo y tenemos que hacer algún tramo de autovía es una opción a tener en cuenta: y no, no todos los scooters de 125 corren lo mismo. Algunos motores hacen hincapié en la suavidad, otros en el consumo y este Linfan de carburación refrigerado por agua parece claramente concebido para entregar sus 13,5 Cv de potencia en el menor tiempo posible. Si bien como cualquier scooter necesita de unos metros para que el variador vaya engranando el cambio, el E-Space no tarda mucho en progresar hasta su velocidad máxima, mostrándose mucho más ágil en carretera que otros modelos que hemos tenido ocasión de probar.
En lo que respecta a su consumo, el hecho de que sea carburado – ahí el precio manda – tampoco afecta en exceso al consumo, ya que en estas cilindradas, carburado o por inyección, siempre es realmente bajo. Para haceros una idea, no conseguimos vaciar el depósito después de una semana de uso, haciendo unos 30 kilómetros para ir a trabajar y, claro está, con acelerones de por medio para probar el comportamiento, buscando cuestas para exigirle… en fin, que es un mecherito.
En lo que respecta a la parte ciclo, encontramos también un conjunto equilibrado. El chasis se comporta muy bien aun cuando vamos a tope, ofreciendo aplomo en los giros y sin transmitir vibraciones al tren delantero. La combinación de tamaños de llantas es una de las que más me convence: 15” delante y 14” detrás, unas medidas que permiten disfrutar de las bondades de carga de un rueda baja junto con gran parte del aplomo que nos ofrecen los scooters de rueda alta. Además, las llantas de aluminio se han calzado con unos neumáticos Dunlop que ofrecen muy buen agarre (muy de agradecer cuando otras marcas escatiman en las gomas de serie, especialmente tratándose de modelos “low cost” como este).
¿Mx qué?
El escudo está jalonado por dos piezas de goma que lo protegerán en caso de roces y pequeñas caídas.
Muchos de los que estáis leyendo esta prueba os estaréis preguntando de dónde sale la marca Mx Motor y qué garantías os puede ofrecer de cara a la postventa de vuestro scooter ¿encontraré repuestos? ¿desaparecerán del mapa dentro de seis meses como otras tantas? pero si en lugar de Mx Motor os digo Mx Onda quizá os vaya sonando más: pues por ahí van los tiros. Mx Motor es la división de vehículos de la firma Mx Onda, que todos conocemos desde hace décadas por sus productos de electrónica de consumo como radiocassetes, teléfonos inalámbricos y un largo etc. ¿Y qué importancia tiene eso, si al final me están vendiendo una moto de origen chino? pues la tiene, y mucho. Mx Motor está haciendo grandes esfuerzos por organizar una firme red de distribución de sus productos que garantice una postventa de calidad para sus clientes. Con un aprovisionamiento y vias de distribución serias para los repuestos de sus productos. Tanto es así que la marca apuesta fuerte por el mercado de Quads y UTVs, donde podréis imaginar que, debido a las duras condiciones a las que se someten los vehículos off-road, es mucho más frecuente la necesidad de aprovisionar a los talleres con repuestos.
En conclusión
Como decía mi abuela, nadie da duros a cuatro pesetas y Mx Motor no va a ser la excepción. Este scooter ajusta su precio recortando en lo prescindible (ni ABS, ni inyección, ni frenada combinada, ni ayuda hidráulica para levantar el asiento…) para ofrecernos un producto digno (el fabricante de su motor, Linfan, posee años de experiencia en el segmento) a un precio muy razonable. Si andamos mal de presupuesto y buscamos un 125 con capacidad de carga, compra recomendada; Si queremos darnos el capricho, buscamos sensaciones, detallitos, tacto de los acabados… pero gastándonos poco dinero, pues mal vamos, con este o con cualquier otro modelo de precio bajo. El E-Space es un scooter espartano, que aun así sorprende a primera vista por su agradable línea y también en marcha por su comportamiento, especialmente en autovía.
Destacable
- Comportamiento del motor
- Protección de su pantalla
- Espacio de carga
Mejoraríamos
- Tapas guantera y depósito
- Cierre asiento
- Fijación retrovisores
