Después del caótico no inicio de temporada de MotoGP con la cancelación de varios Grandes Premios de por medio parece que ya podemos tocar con la yema de los dedos la primera carrera de la categoría reina. Sin embargo en estos meses nos ha quedado clara una cosa: quitando este movimiento, lo que más espera la gente no son fichajes y renovaciones de la parrilla actual, casi casi ni del propio Márquez. El público quiere saber cosas sobre los mismos pilotos que querían saber hace 10 años, es decir: Valentino Rossi, Casey Stoner, Jorge Lorenzo y Dani Pedrosa.
La excepción a todo esto es Marc y es que, si el amo y señor de MotoGP no despierta interés ya apaga y vámonos. El caso es que si hablamos de rumores, fichajes, calendario… nos encontramos con un movimiento habitual y depende de quién es su protagonista desata más o menos interés entre los que hacemos SoyMotero.net pero también entre vosotros, los que estáis al otro lado. Y esto nos ha llevado a una conversación que ha dado pie a la columna que ahora escribo ¿Siguen tirando «los abuelos» del carro del carisma de MotoGP?
A todas luces y estadísticas en mano se puede decir que sí. Una declaración de Stoner levanta más interés que una de Maverick Viñales, el posible regreso (o no) de Jorge Lorenzo tiene un interés infinitamente mayor que el paso de Pol Espargaró a Honda o una posibilidad de ver a Dani Pedrosa como invitado o saber qué tal han ido unos test es mucho más interesante que saber quién se subirá durante todo el año a la RC16. Luego tenemos a Valentino ¿qué decir en este caso? Todos sabemos el peso increíble que tiene en MotoGP, pero ¿cómo puede ser que sean ellos los que sigan llamando la atención y eclipsando a la mayoría?
Pues la verdad es que no tengo claro el motivo, aunque en estas charlas de redacción hemos pensado en dos opciones y son preocupantes. Una es que los que seguimos viendo las carreras y viviéndolas somos los mismos que hace 10-15 años, es decir prácticamente no hay renovación (y también empezamos a ser unos yayos). Si estamos en lo cierto con esta teoría significa que los esfuerzos por atraer a nuevos aficionados no están dando grandes resultados y eso no es algo agradable porque implica que a medio plazo el show no tendrá soporte, al menos en España.
La segunda es aceptar que la renovación de público sigue siendo más o menos habitual pero los nuevos pilotos no son capaces de captar la atención del gran público, resumiendo: no tienen el carisma que tenían la generación anterior. Esta teoría podía apoyarse en el modo de plantear las carreras deportivas en los últimos tiempos, una huida adelante continua, un quemar etapas a toda costa en la que en muchos casos lo único importante es llegar a MotoGP cueste lo que cueste y lo antes posible. A excepción de Álex Márquez, que llega con Moto2 y Moto3 en el bolsillo hay que retroceder hasta Zarco para ver a un bicampeón subir a la categoría reina y hasta Marc para ver a un dominador de dos categorías.
No quiere decir antes que todos los pilotos subieran con dos títulos (o uno) bajo el brazo, pero normalmente para subir a la categoría reina había detrás un bagaje importante y las etapas se quemaban con más naturalidad llegando a la cúspide con los deberes hechos y poco por aprender. Esto, sumado a las «estrellas de las categorías previas» hacía que aquellos que iban avanzando hubieran tenido antes grandes pugnas con pilotos de referencia y no, como sucede ahora, donde todos van avanzando en paralelo en las mismas categorías desde las minimotos sin enfrentarse a un «coco» del estilo Aspar, Biaggi, Ueda, Waldman, Cechinello… que llevaban más tiros dados que un Winchester.
Por supuesto no he querido entrar a valorar el nivel de pilotaje, ya que para mi está fuera de duda por dos motivos: el primero por ver lo rápido que son capaces de ir año tras año los «novatos» y dos porque cualquier piloto en la parrilla de cualquiera de las categorías del Mundial de Motociclismo tiene un nivel tan elevado que da miedo. Pero sí tenemos la sensación de que el carisma no es el que era ¿cómo lo ves tú?
