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El regreso del imperio británico

Fotos: Team LCR
Han pasado 35 años desde que el mítico y eterno Barry Sheene lograra su última victoria en el Mundial de Velocidad. Desde entonces, el motociclismo británico buscaba un heredero que continuara su extraordinaria tradición. Hasta que llegó Cal Crutchlow y se la jugó.

35 años y cinco días después de que Barry Sheene diera a Reino Unido su última victoria en la “clase reina”, Cal Crutchlow ha vuelto a ondear en lo más alto la Union Jack. Como aquel lejano día cuando Sheene ganó en Anderstorp, ayer llovió en Brno, y Crutchlow sumó su primera victoria gracias a una decidida apuesta con los neumáticos. Se la jugó y acertó. Fue un día de decisiones valientes y Crutchlow no es precisamente de esos que se arrugan. Dicen que la paternidad resta, al menos, un segundo por vuelta… Entonces, suerte que tienen los pilotos de MotoGP de que la llegada al mundo de Willow Crutchlow haya puesto freno a su padre…

Muchos debieron pensar que el de ayer fue el mejor día en la vida de Crutchlow, pero enseguida aclaró a todos como se sentía: “Es mejor ser padre que ganar una carrera”. Eso sí, la emoción que sintió al pie del podio, cuando fue recibido por su equipo, resultó inenarrable.

Crutchlow y el motociclismo británico llevaban mucho tiempo persiguiendo esta victoria. Pero el triunfo de ayer supone mucho más, porque a la victoria de Crutchlow hay que sumarle el triunfo del escocés John McPhee en Moto3, también el primero de su carrera. Que dos británicos ganen un Gran Premio en la misma jornada es algo que no sucedía desde 1979, cuando también un inglés, Barry Sheene (500) y un escocés Jock Taylor (sides) ganaron el Gran Premio de Suecia, en Karlskoga.

¿Puede suponer esto el regreso a lo más alto del motociclismo británico? El año pasado volvieron a celebrar un título de la mano de Danny Kent, y en el último decenio han sido bastante habituales las victorias y los podios de la mano del propio Kent, Bradley Smith, Scott Redding y Sam Lowes, aparte de las idas y venidas de Crutchlow desde su aterrizaje en el campeonato en 2011.

Desde hace tiempo buscan en Gran Bretaña al heredero de Barry Sheene. El mítico “cockney” londinense caló muy hondo en los corazones del motociclismo británico, y parece que el destino está empeñado en que no aparezca nadie capaz de hacerle sombra y emborronar su recuerdo. Lo cierto es que es una buena noticia que los británicos vuelvan a asomarse a lo más alto, que vuelvan a ganar carreras en todas las categorías. Desde la llegada de MotoGP en 2002, que marca el momento en que se inicia la era contemporánea del motociclismo, hasta ahora sólo cuatro países habían sumado triunfos en las tres categorías del campeonato: España, Italia, Australia y Japón.

Pero de ahí a pensar que los británicos están en condiciones de volver a imponer su dominio dista un mundo. Crutchlow triunfó por una decisión valiente y arriesgada, aunque hay que reconocer que cuando estás en cuarta línea de parrilla no tienes nada que perder y arriesgarse no cuesta tanto.

Los británicos del campeonato tienen oficio, aunque la obsesión generalizada de llegar a MotoGP sí o sí, ha frustrado que Redding, por ejemplo, consiga un título en Moto2. Kent, que estuvo a punto de cometer el mismo error, después de una decepcionante temporada en la categoría intermedia se volvió atrás y empezó de cero. Y ya hemos visto lo bien que le sentó volver a Moto3: dos años después era campeón del mundo. En su retorno a Moto2, Kent, que es la máxima esperanza británica de cara al futuro, ha vuelto a descubrir la dura realidad de la categoría intermedia, donde resulta muy complicado prosperar.

Lo curioso del triunfo de Crutchlow, con el que absolutamente nadie contaba, es que ha permitido que se mantenga la irrepetible serie de seis ganadores consecutivos diferentes en MotoGP, igualando el mejor registro en la historia de MotoGP cuando, entre Malasia 2006 y Qatar 2007, hubo seis ganadores diferentes: Rossi-Melandri-Capirossi-Elías-Bayliss-Stoner. Si la inestabilidad del campeonato se mantiene, quizás se pueda superar este dato en Silverstone.

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