En el mundo de la automoción en general y de la motocicleta en general, uno de los materiales empleados de manera recurrente es el aluminio. Sus especificaciones técnicas como material consiguieron hacer revolucionar la industria de la moto, y ahora es un fijo en las motos de mayor calidad. Tanto es así que en las motos de Yamaha este material supone entre el 12% y el 31% del peso total de cada máquina.
El problema, como sucede en todas las industrias, es que conseguir el aluminio es un proceso que también contamina. Es por ese motivo que Yamaha ha decidido comenzar a implementar el uso del denominado como “aluminio verde”. No es que el aluminio no tenga su color característico, sino que es mucho más ecológica la manera en la que se consigue.

De entrada, Yamaha ya emplea el 83% de aluminio reciclado lo que ya es un gran paso en cuanto a sostenibilidad se refiere. Pero el objetivo es aumentar esa eficiencia y la manera de conseguirlo, es que la energía que se emplea en conseguir el aluminio es de origen renovable. Así no solo se consigue reciclar y dar una segunda vida al material, sino que se hace con técnicas mucho más amigables para el medio ambiente.
Todo ello está englobado en el Plan Ambiental 2050 de Yamaha Motor Group, que tiene como objetivo conseguir la neutralidad de carbono en todas sus actividades comerciales. Esto implica también la cadena de suministro, para lo cual emplearán materiales 100% sostenibles entre los que se incluirán materiales de resina derivados de plantas, desarrollar polipropileno reciclable y adoptar materiales ecológicos y otros materiales reciclados para la fabricación de sus motos.