Hace ya años que vimos como la Honda Gold Wing equipaba un airbag, un sistema que pensábamos que podría llegar a ser habitual y que tiempo después solamente emplea la Grand Tourer del ala dorada. Por el contrario, en los últimos tiempos lo que hemos visto evolucionar y llegar a la calle es el airbag para el propio usuario derivado de los sistemas en competición, y que son un auténtico y literal salvavidas.
Aun así, en caso de impacto frontal y todavía subidos a la moto, lo cierto es que incluso ese tipo de airbags pueden ser insuficientes al no poder frenar el impacto directo contra un obstáculo y la propia moto. Es por ello que, tal como confirmó a Autocar Professional el director general del Centro de Investigación y Desarrollo Técnico de Yamaha, Heiji Maruyama, la marca de los tres diapasones está pensando en desarrollar su propio sistema.

De hecho, confirmaba que ya había varias empresas con las que habían estado en contacto e incluso algunas parecían dispuestas a sumarse al proyecto. Esto, no cabe duda, es una gran noticia para el sector de la moto y es que el objetivo es que de cara a 2050 no haya víctimas mortales por colisión.
Como decíamos, en caso de un accidente con impacto, los airbags que podemos encontrar de uso personal no son tan eficaces como en el resto de facetas y una bolsa entre el usuario y la moto, además del otro vehículo, podría ayudar notablemente a reducir las consecuencias del mismo.
Eso sí, el desafío es mayúsculo pues a diferencia de los coches, en las motos no vamos anclados a un asiento y, por tanto, aunque el concepto es el mismo, el artefacto en sí debe tener en cuenta muchos más factores. De todas maneras, el propio Maruyama confirmaba que se encuentran en una fase madura del proyecto solucionando, además, el problema del espacio que en una moto es también un factor importante. Esperamos atentos a los próximos pasos por parte de Yamaha.