El agua es un elemento indispensable en la vida de cualquier ser humano y un aliado perfecto para los “cacos” de París. Al menos es lo que se deduce de los sorprendentes hallazgos realizados con el drenaje del canal de Saint-Martin, situado en el centro de la capital francesa. Construido en 1825 e inaugurado por el mismísimo Napoleón, esta lengua de agua de 4,5 kilómetros (dos de ellos subterráneos), que dejó atrás su labor principal de llevar agua y mercancía a París es uno de los muchos recursos turísticos de la misma, albergando barcazas de turistas.
El caso es que en el trabajo de limpieza y drenaje del canal, una labor que llevaba sin desempeñarse desde hace 15 años, se han encontrado numerosas motos, así como scooters y bicicletas, además de numerosos objetos de todo tipo, incluyendo cámaras de fotos presumiblemente perdidas por los turistas.
La policía de París ha comunicado que la inmensa mayoría de los scooters y motos que han aparecido no solamente habían sido robados en su día, si no que se trataba de vehículos empleados por los ladrones para realizar fechorías y, una vez terminaban sus labores, los enviaban al fondo del canal. Las mismas fuentes indican que es un método habitual, mejor para los ladrones que el simple abandono, ya que de esta manera se borran sus huellas.
En cuanto al coste económico de la acción de limpieza, para aquellos que se lo pregunten, ha ascendido a un total de 9,5 millones de euros.