MotoMadrid, aparte de una muestra general de la moto, se ha distinguido desde sus comienzos, de cualquier salón con grandes escaparates y azafatas de postín, por su carácter entrañable, que lo ha propuesto como punto de encuentro anual, en el Pabellón de Cristal de la Casa de Campo, para toda la familia motorista que viva o visite en esos días la Capital de España.
Aun así y contando con ese carácter familiar, grandes marcas como Triumph aprovecharon el evento para poner en sus concesionarios la nueva gama Scrambler 1200 XC/XE, así como la puesta en escena de las ediciones limitadas para su icónica Bonneville, denominadas T120 Ace y T120 Diamond.
En otro lado del pabellón, Norton nos sorprendió con el anuncio de dos importantes novedades. En primer lugar, su modelo Atlas, una Scrambler que estará disponible en el primer trimestre de 2020, por un precio en torno a los 12.000 €, para su versión Estándar, y de unos 14.000 para la denominada “Ranger”, puesta en los escaparates como una opción más off road.
Pero en un rincón del stand que exhibía las bellezas de la legendaria marca inglesa, se destapaba para todo el público asistente una de las criaturas más llamativas de este MotoMadrid 2019, la V4RR, una pepino de carreras, forjado entre las calles y las carreteras, y también en la montaña que corona el circuito del Tourist Trophy. Los responsables de Norton anuncian nada menos que 240 CV de potencia, en una creación todo carbono y titanio. Su fabricación en serie arrancará en octubre de este año, y ha creado ya tal expectación y tal demanda que cuenta con una lista de trescientas solicitudes para su compra.
Indian, la marca americana que se erige desde tiempos inmemoriales como emblema del mundo custom, deja bien cubierto su “Lado Oscuro” de la moto, para internarse ahora en una nueva aventura que les lleva desde un manillar naked a pisar con timidez el lado trail de las dos ruedas; y lo hace cogida a la mano de una inspiración con tanto raigambre en los USA como es el Flat Track,
La nueva FTR 1200 basa su estructura en un chasis multitubular, con horquilla invertida y un basculante del tipo cantilever lateral. El bicilíndrico en V que la impulsa rinde 125 CV y el conjunto rueda sobre unas llantas de 19 y 18”, respectivamente, para el tren delantero y trasero. Además de la versión estándar, también saldrá al mercado una FTR 1200 S, con todo el paquete electrónico que monta cualquier moto de vanguardia actual.
Respecto a la representación de otras marcas, en primera línea, el público prácticamente se topaba con la representación de Ducati, teniendo como protagonistas a su espectacular Panigale V4 R, con el impacto que causaban sus alerones en los visitantes; la no menos espectacular Multistrada 1260 Enduro, y si hablamos de espectáculos, no podemos dejarnos lo que representaba en sí misma para los visitantes la contemplación de la nueva Diavel 1260 S.
Royal Enfield también estuvo presente exhibiendo toda su gama de monocilíndricas, con las más clásicas y la Continental 535 como estandarte cafe racer, además de la exitosa Himalayan. Además su nueva línea de bicilíndricas Continental GT/Interceptor 650, que a un precio francamente competitivo, mostraba su naked y su modelo de inspiración deportiva en el estilo más cafetero.
En los flancos del pabellón, Suzuki desplegaba lo más representativo de su catálogo, y marcas de relanzamiento, como Benelli, lucían su novedosa gama de 125 y carné A2. Yamaha, en el otro lateral, mostraba su impactante Niken junto a toda su línea MT, con la imponente R1 en primer término. Y al fondo del pabellón, en una franja llena de luz y sonido, Harley Davidson exponía una buena representación de sus cinco familias.
El mercado eléctrico de la moto, cómo no, también contaba con una nutrida representación en MotoMadrid, encabezada por la marca Zero, y secundada por firmas como Silence, Spersoco o Vectrix.
Resulta merecedora de destacar la presencia de la Real Federación Motociclista Española, con un stand en el que resplandecía su nuevo proyecto de la Moto de Campo Sostenible, una ambiciosa iniciativa que abre un panorama a la esperanza para los practicantes del enduro y del trial, en medio de la severa restricción que sufren sus deportes en nuestro país desde hace décadas.
En otra planta, el tradicional concurso bike-show ganó un año más en nivel y en participación, con más de treinta constructores, que entraban en liza dentro de cuatro categorías: Freestyle, Racer & Racing, Street performance y Custom, con una cuantía de nada menos que 10.000 euros en premios a repartir entre ellas.
En el pabellón satélite, se pudo disfrutar de otra novedad en esta octava edición de MotoMadrid. Una exhibición de Flat Track, repetida a lo largo de diferentes tandas, y ejecutada por diez pilotos de esta especialidad americana, que cada día cobra adeptos en nuestro país. Además, las espectaculares actuaciones de stunt puestas en escena por Emilio Zamora y sus Ducati, lo mismo que por Narcís Roca y sus BMW, las dos estrellas más representativas de esta modalidad del motociclismo que persigue los equilibrios imposibles sobre una o dos ruedas.
Si el año pasado, con la lluvia y un viento desapacible, MotoMadrid registró una asistencia que se podría calificar de incondicional, la afluencia masiva de público registrada en este edición 2.019, presagia una larga vida para este encuentro anual de la familia motorista en la capital de España.
