Solemos decir que los pilotos están hechos de otra pasta, pero en realidad somos todos los moteros los que estamos hecho de ese material especial, que hace que los que no entienden nuestra forma de vida se lleven las manos a la cabeza. Por eso cuando nos caemos, mientras rebotamos ya estamos pensando en levantarnos y cruzamos los dedos para que a la moto no tenga mucho daño. Somos así…
Y esto, que a aquellos que no tienen la fortuna de vivirlo en primera persona les parece una locura, es el motor que nos mueve a la mayoría y que nos hace afrontar los problemas de otra manera. Precisamente ese es el caso de Raúl Furió, el protagonista de esta historia, que demuestra que siempre terminamos encontrando la manera de volver a disfrutar de lo que más nos gusta.
En este caso, Raúl tuvo que recibir un implante coclear. Sin entrar en los detalles complejos del sistema, es un implante con un dispositivo electrónico en el cráneo que se encarga de estimular las terminaciones nerviosas de la cóclea, y así proporcionar sensación de sonido a personas que han quedado completamente sordas.
El problema de este dispositivo es que es permanente y está colocado, como decíamos, en el cráneo por lo que a la hora de colocarse el casco es una situación complicada. Como contaba el propio Raúl, colocarse un casco no era cómodo y además era doloroso, pero lejos de darse por vencido se puso a buscar alternativas. Conoció a través de las redes sociales el caso de Lydia Sempere, piloto del nacional de rallye con una situación similar a la suya, así que se puso a buscar un fabricante de cascos que pudiera solucionar su problema.
La cuestión es que hay que conseguir que el implante no genere molestia ni dolor al ponerse el casco, pero sin alterar la estructura del casco, pues de lo contrario no sería igual de seguro ni estaría homologado. Así que se puso en manos de Shoei gracias a las jornadas del “Personal Fitting System” que la marca nipona lleva a cabo en España.
En concreto se acercó a la jornada de Valencia, donde los profesionales de Shoei le tomaron las medidas, realizaron las modificaciones necesarias y consiguieron un casco que se adapta a la perfección a las necesidades. Este “Sistema de Ajuste Personalizado” la traducción al castellano del P.F.S. han permitido que Furió siga disfrutando con seguridad y comodidad de la moto y, además, es un ejemplo que puede servir a otros usuarios con situaciones iguales o similares.
