La industria de la moto sigue trabajando de manera incansable por conseguir que cada día los usuarios que se suben a una lo hagan de la manera más segura posible. Evitar los accidentes en la medida de lo posible y minimizar sus consecuencias es el objetivo que tiene el sector y para ello no dejan de llegarnos innovaciones. Todas y cada una de estas innovaciones se encuadran en dos grandes grupos. Uno de ellos es el de la seguridad activa y otro el de la seguridad pasiva, pero ¿qué significan y en qué nos ayudan cada uno de estos dos grupos?
Pues bien, lo primero que vamos a hacer es diferenciarlos entre ellos puesto que aunque los dos velan por nuestra integridad física cada uno lo hace de una manera diferente. Así pues tenemos la seguridad activa que, resumiendo, es la tecnología que se encarga de evitar los accidentes. Por otro lado está la seguridad pasiva que es la que cuida de nuestra seguridad en caso de que el accidente no haya podido evitarse.
Como ves son dos conceptos muy sencillos y totalmente complementarios porque a día de hoy ni la mejor seguridad activa puede asegurarnos al cien por cien que no vayamos a sufrir un accidente y cuando llegue tener toda la tecnología posible de nuestro lado para minimizar las consecuencias es algo que nos va a venir más que bien. Ahora que ya conocemos los conceptos ¿qué elementos forman parte de una y de otra categoría? Te lo explicamos gracias a los amigos de Mapfre.
Sistemas de seguridad activa
Iluminación: Aunque no lo parezca interfiere directamente en nuestra seguridad y evita accidentes ya que nos ven y podemos ver. Además, los sistemas de iluminación dinámica son todavía más efectivos.
Sistemas de frenado: Ya sea el ABS (sistema antibloqueo) o CBS (sistema de frenada combinada) son dos elementos que pueden evitar los accidentes y que, por ley, desde la Euro4 todas las motos deben llevar. A esto hay que sumarle los modernos sistemas de control de frenado en curva, que actúan en los momentos en los que la moto está inclinada.
Sistemas de control de tracción: Son un sistema salvavidas que evita que la rueda patine si las condiciones de agarre no son las óptimas. Dependiendo del modelo se puede incluso ajustar su intrusión, adaptándolo a la necesidad del momento.
Amortiguación: Gracias a este sistema todos los demás pueden ser efectivos y es que las suspensiones son las encargadas de mantener las ruedas en el suelo. De hecho, una suspensión bien puesta a punto puede prevenir hasta un grado amplio caídas por bloqueo del neumático delantero incluso en motos sin ABS.
Sistemas de seguridad pasiva
Como decíamos, son todos esos sistemas a los que damos importancia cuando la seguridad activa ha fallado. Entonces, estar protegidos de manera correcta será uno de los elementos diferenciales que impliquen unas consecuencias u otras.
En este caso solamente vamos a enumerarlos, pues es de sobra conocido el funcionamiento y la utilidad de todos y cada uno de ellos. Eso sí, es importante recordar que es preferible gastar un poco más de dinero y optar por elementos más seguros y, también, que lo recomendable es que estos elementos sean de nuestra talla. De lo contrario puede que no sólo no nos protejan como deben sino que agraven nuestras lesiones.
Casco homologado, airbag de chaleco o chaqueta, cazadora, pantalón, mono (estos tres elementos con protecciones en las zonas claves), guantes, botas, espaldera y, por último, el neck-brace o protector de cuello. Este último elemento no está muy introducido en carretera pero sí en el campo y trata de minimizar las lesiones de cuello.