Una vez leí que sólo el 1% del planeta está asfaltado. Este dato lleva años dando vueltas en mi cabeza y siempre que tengo la oportunidad de probar una moto trail aflora en mi cerebro como un flashazo. Y es que algunos soñamos con recorrer el planeta en moto al igual que ya lo hicieron Ewan Mcgregor o nuestro Míquel Silvestre entre otros, comprendiendo lo importante que es que nuestra moto nos permita ir mucho mas allá de las pavimentadas líneas que otros marcaron como camino.
Esta imponente aventurera debutó en 2012 con una estética agresiva y unas musculosas líneas que no dejan a nadie indiferente. Una doble óptica delantera que ilumina increíblemente bien guía la trazada, mientras que un voluminoso depósito con 20 litros de capacidad nos permite ponernos de pie sin problemas sobre los estribos para disfrutar de una conducción más off road cuando la situación lo requiere. Si nos gusta la tierra, existe una versión idéntica pero con llantas de radios pensada para un uso 50% on-off road (15.795 €), además de la Explorer XC, pensada para un uso 60% off road (16.595 €).
Sus puntos fuertes siempre han sido su buen equipamiento y aprovechable potencia, con acelerador electrónico, ABS, control de tracción y control de crucero, que permiten centrarte plenamente en disfrutar de la conducción. Este año sus opciones cromáticas pasan por el tono Cranberry Red, Graphite y el Cristal White.
Un detalle que me gustó es la ubicación elevada de la instrumentación, compuesto por un velocímetro digital y tacómetro analógico, indicador de marcha engranada, indicador de autonomía, temperatura ambiente, etc. Mucha información de fácil lectura.
Una vez que a los mandos, cosa que es fácil decir pero no tanto hacer cuando mides 1.70 cm, te transmite la sensación de poder pasar por encima de lo que se te cruce. Llego justo al suelo, pero lo suficiente como para no sentirme inseguro ya que en el concesionario me configuraron el asiento en su opción más baja (837 mm) ya que este permite variar su altura hasta los 857 mm mediante un sencillo mecanismo, sin necesidad de tener que cambiarlo.
El manillar es bastante ancho y las completas piñas de mandos están muy bien posicionadas. Los reposapiés son grandes y se encuentran ubicados en una posición que nos permite realizar largas distancias con las piernas descansadas, quizá algo bajos, llegando a rozar con el asfalto cuando tumbamos en alguna curva cerrada.
Sin duda uno de los puntos fuertes de esta Triumph Explorer es el motor, el conocido tricilíndrico de la marca que ya equipan otros modelos, pero que en esta versión se presenta rindiendo 137 CV, lo que nos da la sensación de encontrarse lleno en todo su régimen con unas* recuperaciones increíbles*, catapultándonos desde apenas 2.000 rpm hasta la línea roja del cuentarrevoluciones. Esta elasticidad nos permite circular en marchas largas, mejorando los consumos, con la tranquilidad de no tener que andar jugando con el cambio en caso de tener que adelantar o en incorporaciones.
En el apartado de las suspensiones cabe reseñar el gran trabajo de la horquilla invertida la cual a pesar de sus 190 mm de recorrido viene con un excelente tarado de serie, absorbiendo con facilidad las imperfecciones de terreno así como las trasferencias de peso hacia el tren delantero cuando frenamos con contundencia.
Al tratarse esta de una prueba de larga duración he tenido la oportunidad de probar esta Triumph en los distintos ámbitos en los que un usuario podrá desenvolverse en el día a día. Planifiqué el mes que disponía de esta unidad utilizándola para ir a trabajar, escaparme en solitario un fin de semana, el siguiente en compañía y los últimos días realizar un viaje de esos en los que no hay un destino fijo, sino un montón de sitios que llevas tiempo queriendo conocer. A continuación os cuento mis impresiones en los distintos entornos en varias pestañas…
Ciudad
Como os comentaba antes, se trata de una moto de considerables dimensiones, sobre todo cuando eres un español de estatura media… y esto a la hora de desenvolvernos en el tráfico de la ciudad condiciona bastante su uso. Y no me refiero a que tenga un comportamiento incorrecto, ya que su entrega de potencia es una dulzura sin tirones a bajo régimen y, gracias a la elasticidad de su motor, no sientes la necesidad de tener que ir cambiando constantemente, ya que sólo en segunda rebasa sobradamente los límites legales en ámbito urbano. Sí es cierto que su ancho manillar y sus 259 kg llenos le pasan factura a la hora de maniobrar a baja velocidad. A su favor os puedo contar que el largo recorrido de su suspensión delantera te permite subir y bajar bordillos para aparcar sin inmutarse.
En este entorno urbano el consumo de combustible se situó durante el transcurso de la prueba en torno a los 7.5 litros, dato que teniendo en cuenta que se encuentra totalmente fuera de su hábitat natural lo considero más que aceptable.
Carretera
Llega el fin de semana y me dirijo al garaje a las 8:30. Tengo claro el recorrido: se trata de ese tramo de curvas, todos tenemos uno que nos encanta, y que al conocerlo me ayudara a sacar lo mejor que lleva esta moto dentro.
Una vez que abandono la carretera principal afronto las primeras curvas con una agradable sensación. Antes de llegar a este tramo tuve que pasar por algunas glorietas, y me sorprendió lo bien que hace los cambios de dirección: su centro de gravedad alto sumado al buen hacer de su chasis multitubular de acero convierten en adictiva la sensación de enlazar curvas. El mismo manillar que en ciudad me parecía excesivo, ahora me parece el idóneo para ayudarme de él, empujando el extremo que queda en el interior de la curva para que la moto recupere la verticalidad como un resorte cuando vemos la salida del viraje.
El motor saca lo mejor que lleva dentro con sólo insinuárselo. Su acelerador Ride by Wire con una respuesta inmediata sobre la rueda trasera, nos catapulta de un curva a otra haciéndonos olvidar que se trata de una moto trail, empuja desde muy abajo con una entrega de potencia lineal y constante, sus 137 CV dan para mucho y más gracias al control de tracción, permitiéndonos abrir gas con decisión incluso en aquellas curvas que ya sea por suciedad o por la humedad provocada por una sombra podrían darnos algún susto. Esta tranquilidad se ve respaldada por un sistema de ABS de primer nivel también como equipamiento de serie. Me pareció que entraba con facilidad en el tren posterior cuando viajamos solos.
No puedo cerrar este apartado sin alabar el tarado de la horquilla, la cual absorbe a la perfección la transferencia de peso al tren delantero en frenada si dejarnos de dar información de lo que sucede bajo el neumático.
Autopista
Si existe un terreno donde esta moto se siente como pez en el agua es devorando kilómetros. Su cúpula nos protege a la perfección y sus estudiadas formas permiten la circulación de aire por encima de nuestros hombros para evitar las molestas turbulencias delante del casco típicas de las pantallas altas.
Un punto destacable de esta moto en el apartado de la autopista es poder disfrutar del control de velocidad de crucero, muy fácil de accionar desde su piña izquierda y que se desconecta automáticamente en el momento que tocamos el freno, el embrague o el acelerador. Es una auténtica pasada y nos permite sacar medias realmente buenas, además de ayudarnos a mejorar los consumos.
Sabes que una moto esta ergonómicamente estudiada para viajar cuando al final del día el cansancio en el cuello, los hombros o la parte baja de la espalda no te han obligado a detenerte antes de lo que te hubiese gustado pues bien como dato os puedo contar que el primer día de mi viaje sobrepase los 800 km, creo que es una muestra de las posibilidades de esta gran moto.
Pasajero
Llego el segundo fin de semana de mi planning y esta vez me dispongo a salir con acompañante para comprobar qué tal se comporta nuestra protagonista.
El primer tramo de la ruta marcada para hoy me hace abandonar la ciudad por una autopista donde en los primeros kilómetros ya puedo percibir que tras haber precargado un poco el amortiguador posterior, la geometría de la moto apenas ha variado, siendo aun ágil y precisa en las curvas rápidas.
El asiento posterior es independiente y está a diferente altura respecto al del conductor. Presenta unas dimensiones y densidad óptimas, además de incorporar unas asas laterales que permiten agarrase con firmeza. El ángulo formado por las piernas de nuestro copiloto una vez apoyado en las estriberas posteriores es bastante cómodo y compatible con las maletas laterales de la marca.
Valoración final
La Triumph Explorer es una de las maxitrail existentes para destronar como aventurera de referencia a su rival directa, la BMW R1200GS, como ya ocurriese en la categoría touring con la Trophy y la R1200RT. Cualidades no le faltan pues el conjunto general de la moto presenta unos buenos acabados, el motor es excelente muy lleno en todo su régimen, con una parte de ciclo de primer nivel y unas suspensiones que están a la altura de muy pocas*.
Desde Hinckley han hecho valer el dicho de más por menos, ya que la lista de equipamiento de serie no es nada despreciable, con control de tracción, ABS, control de velocidad de crucero… además de un amplio catálogo de accesorios que te permitirán configurar a tu perfecta compañera de aventuras. Y todo ello por un precio de 15.395 €.
Lo mejor:
- Motor
- Equipamiento
- Estabilidad
- Suspensión
Mejoraríamos:
- Peso
- Reposapiés bajos
