Este año Continental ha reforzado sus opciones de cara al segmento sport-touring aunque, más que segmento, habría que hablar de uso, pues el ContiRoad casa perfectamente con un motorista medio que quiere un neumático para todo y sin preocuparse de la estacionalidad. El ContiRoadAttack 3 sigue siendo el referente de la gama, tras el que encontramos ahora el ContiRoad, ContiRoadAttack2 y ContiMotion. En el punto de mira, rivales de la talla del Metzeler Roadtec Z8 Interact, Michelin Pilot Road 4, Bridgestone Battlax T30 EVO, Dunlop RoadSmart III y Pirelli Angel GT.
El ContiRoad destaca por un desarrollo completamente nuevo para ganar comodidad en viajes largos sin perder agilidad en tramos más revirados. Hace gala de un nuevo compuesto inspirado en el RoadAttack 3, diseño optimizado de la huella gracias a surcos no tangentes en la zona central de la banda (más duración), nueva tecnología del compuesto de sílice (garantiza un micro-entrelazado con el asfalto para un mejor rendimiento en mojado) y un diseño de la banda de rodadura con una proporción extragrande para aumentar el agarre. El diseño y desarrollo del neumático se ha realizado en Alemania, pero su fabricación se realiza en la planta de Malasia.
Este neumático hace gala de tres tecnologías propias heredadas de su hermano sport-turismo ContiRoadAttack 3, un salto cualitativo respecto a su predecesor. Así, encontramos la ZeroDegree (construcción de cintura de acero 0° que potencia la estabilidad a alta velocidad y optimiza la absorción de impactos), RainGrip (compuesto especial para un mayor agarre en mojado, aumentando también el kilometraje) y Performance over Time (mantiene las prestaciones con el paso de los kilómetros).
EN MARCHA
Nuestra prueba en ruta transcurrió por un cuidado recorrido que aglutinaba las mejores carreteras de Guadalajara, varios tipos de asfalto y condiciones de seco y mojado que facilitarían el veredicto del nuevo ContiRoad. Las monturas calzadas con este nuevo modelo fueron las KTM 390 Duke, KTM 790 Duke, KTM 890 Duke R, Yamaha MT-03, Yamaha MT-09 y Yamaha Tracer 900 GT.
Para evitar lo que, en muchas ocasiones sucede, que las pruebas de neumáticos se transforman en una multi-prueba de motos, me centré en las KTM 390 y 890 para evaluar el comportamiento en dos cilindradas claramente escalonadas, si bien tuve tiempo de subirme en el resto de modelos para quedarme con esa primera impresión que marca mucho tu opinión definitiva de este modelo.
Curiosamente, sobre la 390 las sensaciones son parecidas a las de la MT-03, además de por rivalizar en el mismo segmento, porque el ContiRoad minimiza la distancia percibida entre las reacciones más deportivas de la austriaca y más ruteras de la japonesa, consiguiendo una neutralidad que con un ContiRoadAttack 3 (CRA3), por ejemplo, no se produce. Está claro que KTM tiene un talante más agresivo que provoca una conducción más «al ataque», mientras que la Yamaha es más conservadora aunque igualmente rápida, pero estas gomas se encargan de neutralizar levemente esa reacción nerviosa propia de la montura naranja, haciéndola más homogénea.
Con las 790/890 sucede algo parecido, si bien es más notorio, pues contar con el triple de potencia exige más a los neumáticos. En estos modelos mi lógica impone el uso de unos ContiSportAttack 4 o ContiSportAttack 3 pero, tras el test, debo afirmar que el ContiRoad sólo se ven en apuros si le buscas las cosquillas a mala fe (conducción deportiva on-off, frenadas bruscas, control de tracción desconectado, etc), algo que en uso racional por carretera es prácticamente imposible. Lo que sí echarán de menos aquellos aficionados acostumbrados a neumáticos más deportivos es que transmiten menos información que los CRA3, algo que en un principio extraña pero a lo que te acostumbras rápido. Esto no significa que no agarren, sino que «lo hacen a su manera».
Un aspecto en el que el ContiRoad saca pecho es el de agarre en mojado. Algunos serpenteantes tramos en bajada por los que circulamos a primera hora de la mañana tenían parches reasfaltados e inciertos cambios de color en el asfalto, además de ubicarse en zonas de sombra y con suelo frío-húmedo tras una típica lluvia otoñal. Al principio te mantienes cauteloso pero, rápidamente y de manera natural, vas cogiendo confianza hasta rodar más rápido de lo que imaginas, sin el menor atisbo de inestabilidad en la moto y con una sensación de seguridad-confianza que valoras muy positivamente cuando buscas un neumático para todo el año.