Prohibir se ha convertido en la razón de ser los gobiernos europeos en general. Reino Unido no iba a ser menos y desde hace bastante tiempo tiene un plan para terminar con la comercialización de motocicletas nuevas impulsadas por motor de combustión. Ahora, bajo este contexto, anuncia el 2040 como fecha límite para levar a cabo sus directrices en esta materia.
A decir verdad, no es la primera vez que desde Reino Unido se lanzan mensajes de este tipo. En el verano de 2022 nosotros mismo nos hicimos eco de una noticia similar, donde entonces esa fecha límite marcada en el calendario sería 2035. Sin embargo, en aquellos días el gobierno de turno lanzaba una encuesta a su población referida con este tema.
Reino Unido estira la cuerda hasta 2040
Ahora, gracias a los compañeros de Visor Down, volvemos a ser conscientes de los planes que tiene preparados el Parlamento del Reino Unido para el sector de las dos ruedas. Y una vez más la palabra prohibición se convierte en protagonista de los mismos. Incluso se habla del año 2030 como el momento en el que se aplicarán estas normas, en la categoría de ciclomotores y motos de pequeña cilindrada que se comercialicen nuevas en ese momento.
Sin embargo, el plan de Reino Unido sigue haciendo aguas por los cuatro costados, como sucede de igual forma en la mayor parte de países del entorno. Primeramente, porque para implantar a motocicleta eléctrica como opción preferente (esta es la idea principal), carece del respaldo general de los ciudadanos, según las cifras actuales de venta con respecto a la de modelos de combustión interna.
Por otro lado, la red de recargas sigue siendo insuficiente y según diversos informes que detallan las posibilidades reales de un sistema operativo eficiente, ponen entredicho la viabilidad del mismo. Tan solo tenemos que ver como en Suiza, por ejemplo, se barajó la posibilidad de “racionalizar” el uso del vehículo eléctrico en según que circunstancias, por la incapacidad del sistema de la red eléctrica de abastecer todas las necesidades de la población.
Sobre el plan de prohibición en el que trabaja el Reino Unido ha hablado Tony Campbell, director ejecutivo del MCIA (Motorcycle Industry Association): “Estamos presionando al Gobierno para que piense más allá de la simple electrificación, ya que esto no debería estar predeterminado por su política”.
Y continúa: “Necesitamos que el Gobierno tenga una mentalidad más abierta respecto de los combustibles de carbono neto y permita que la tecnología y la innovación encuentren la solución adecuada, no políticas binarias que les resulten fáciles de legislar”.
“Es fundamental que el Reino Unido no vuele solo en lo que respecta a la regulación de nuestro sector, mientras que el sector automovilístico preferiría alinearse con Europa, aceptaron la fecha de 2030, ya que el mercado del Reino Unido es de dos millones de unidades por año y, por lo tanto, no es un problema (y también les ayuda a prepararse para la fecha UE 2035)”.
“Los fabricantes de automóviles no parecen contentos; una vez que se publique el mandato de vehículos de emisiones cero (ZEV), no supondrá ninguna diferencia para ellos. Lo que estás viendo ahora es pura política”.
Concluye: “Nuestro sector produce alrededor de 110 [mil] a 120.000 unidades por año, si no estamos en sintonía con la UE; La gama de modelos podría reducirse potencialmente, o algunos fabricantes podrían no optar por estar en el Reino Unido hasta que otros mercados importantes se alineen nuevamente, este es un gran riesgo”.