Poco hay que decir de Mike Hailwood que no se haya dicho ya. La persona convertida en leyenda incluso cuando estaba en vida. “The Bike”, un deportista en el más amplio sentido de la palabra y todo un mito del motociclismo.
Y uno de sus momentos clave en la carrera, no sólo porque ganó sino porque supuso el final de su carrera deportiva al máximo nivel sobre dos ruedas (a excepción del TT años más tarde), lo vivió con la Honda RC174 de seis cilindros.
Una máquina espectacular que, con 60 CV y un cubicaje de 297 cc era capaz de rozar los 260 km/h de punta y tenía la línea roja en las 17.000 RPM.
Como decíamos, aquella moto fue especial para Hailwood y la historia del motociclismo, pues fue la última antes de que la firma del ala dorada se fuera de la competición. Y la última con la que Hailwood ganó un mundial. Después de eso, Mike se centró en los coches y la F1 un tiempo después.
Por tanto, es una moto muy especial que cualquiera querría tener en casa. La versión original está fuera del alcance de prácticamente todo el mundo, pero hay una solución a escala, funcional y llamativa, la One-Joy ZOD 125 Mike Hailwood RC174.
La One-Joy ZOD 125 Mike Hailwood RC174 es una réplica apta para todos los bolsillos
Se trata de una pequeña 125, y por pequeña no nos referimos solamente a la cilindrada sino al tamaño real que tiene. Como motor, un monocilíndrico refrigerado por aire que ofrece unos mdoelos 8,5 CV. El motor es derivado de las Honda Super Cub originales, así que es un diseño bien probado con casi 70 años de evolución.
Como sucede con el motor, el resto de la moto es bastante modesto. De hecho la moto es parecida a las primeras Monkey, aunque a diferencia de estas tanto las suspensiones como el freno delantero son distintas.
Pero la peculiaridad está en lo que se ve: el carenado, el guardabarros delantero , el depósito y el asiento con colín. Todos ellos se han hecho para rememorar los tiempos pasados y ofrecer una moto con un claro corte retro que se refleja, como no podía ser de otra manera, en el escape estilo megáfono.
Lógicamente, no lleva los seis que llevaba la mítica RC174 y, tampoco, brama como lo sigue haciendo cada vez que la sacan del museo de Honda. Pero es una de esas piezas que, como poco, llaman la atención.
En cuanto a su comercialización, por ahora no hay noticias de que vaya a llegar a Europa. Pero si llega y lo hace cercana al precio original estaríamos ante una moto-capricho que muchos se podrían permitir, pues el coste es de poco más de 1.000 euros.