Essilor, empresa española especializada en temas de visión (gafas, lentillas, etc) ha organizado un estudio junto con la Fundación Española para la Seguridad Vial y el Instituto de Tráfico y Seguridad Vial (INTRAS) de la Universitat de Valencia, con la colaboración de Cepsa. La conclusión del estudio es escalofriante: hasta ocho millones de conductores circulan en España con defectos graves de visión. No ven con nitidez las marcas viales o las señales, calculan con dificultad las distancias y la velocidad de otros vehículos. Teniendo en cuenta que dos de cada tres accidentes de moto con otro vehículo los provoca el otro (la moto es inocente), y que la frase que más escuchamos en esos casos (o con un simple susto) es el típico “perdona, no te he visto” la cifra da qué pensar. O sea, extremar más aún las precauciones.
Para el responsable de Essilor “hasta un 90% de la información llega por la vista, por lo que si es deficiente puede influir crucialmente en la toma de decisiones en la carretera. Y es que, la visión es uno de los principales factores de riesgo en la conducción”. Han entrevistado a más de 3.200 conductores activos, en gasolineras Cepsa, a los que además de la entrevista se les hicieron unas pruebas voluntarias de visión. El resultado, extrapolado al total de conductores, son esos 8 millones de personas que están al volante con problemas de visión. Y un 38 por ciento tienen más dificultades todavía con poca luz, es decir, de noche el problema es más grave.
A eso se suma que un 44 por ciento tarda más de 20 segundos en recuperarse de un deslumbramiento (!): mucho cuidado pues a primera o última hora del día, con el sol bajo, porque hay personas que conducen literalmente a ciegas. Ya que todos esos conductores estaban en activo, nos queda la pregunta de cuándo se van a hacer exámenes médicos más serios o, incluso, cuándo se van a pedir responsabilidades a los examinadores médicos cuando una persona con defectos tenga o provoque un accidente.