NERVA ya se presentó como una empresa especialmente cuidadosa con el medio ambiente, con la sostenibilidad es uno de los elementos clave de su ADN. Y su e-scooter EXE plasma a la perfección todo este concepto en su puesta en escena.
Uno de sus elementos diferenciadores es su exclusiva batería de litio-ferrofosfato, fabricada por el gigante asiático BYD, y que destaca por su seguridad, durabilidad y elevado rendimiento.

Ahora mismo encontramos en el mercado diferentes tipos de batería para alimentar los vehículos eléctricos. Empezando por las baterías de níquel-cadmio, que son las utilizadas mayoritariamente en vehículos militares o aviones. También encontramos las fabricadas de níquel-metal hidruro, utilizadas en los vehículos más comunes, como las motos o los coches eléctricos.
Con el paso del tiempo y pese a su alta durabilidad, pero debido sobre todo a su elevado peso y volumen, han ido perdiendo terreno frente a las baterías más modernas del tipo ion-litio. De este tipo encontramos las baterías Li NMC (batería de óxido de litio-níquel-manganeso-cobalto), que cuentan con una alta densidad de energía, pero cuya vida útil es corta y además, presenta un elevado riesgo de seguridad y salud.

También es del tipo de batería ion-litio la que fabrican los chinos de BYD y equipan, por parejas, los e-scooter de NERVA. Pero, en vez de Li NMC, es de LFP (litio-ferrofosfato). La batería de LFP presentan una altísima seguridad gracias a su mayor estabilidad térmica (no puede arder ni explotar), siendo esta una de sus principales diferencias y ventajas frente al resto de baterías del mercado.
Además cuentan con una degradación más lenta, lo que da lugar a un mayor número de ciclos y a más autonomía. Es decir, mayor rendimiento y durabilidad. También, las LFP debido a los componentes de su fabricación (no incluye ni cobalto, ni manganeso, ni níquel) son mucho más respetuosas y menos tóxicas que las fabricados con otros componentes.
Recordemos que el e-scooter GT de NERVA, que ya probamos el mes pasado, llega equipado con una pareja de baterías y una capacidad total de 5,76 kWh, aportando una tensión de 76,8 V y una corriente de 75 Ah. Consigue una autonomía de hasta 150 km, una velocidad máxima de 125 km/h, cuenta con la homologación L3e (como la de un scooter térmico de 125 cc) y una potencia de 9 kW, con picos de 12 kW.

El NERVA EXE ya se encuentra disponible en dos tonalidades: Gris metalizado mate y blanco perla aluminio cepillado. El precio recomendado de venta al público arranca en los 6.930 euros. Pero, el scooter electrificado español reduce su precio de adquisición hasta los 4.480 € (2.450 € menos) si el propietario se decide por el sistema de renting para las baterías, con una cuota mensual de 39,90 € durante 5 años.
Terminado el período de 5 años del alquiler de la batería, el usuario tiene dos opciones. Puede adquirir una nueva batería o volver a alquilar una batería nueva durante otros 5 años más, empezando de cero otra vez.
De este modo, las baterías a los cinco años de uso pasan a tener una segunda vida como sistemas de almacenamiento de energía en proyectos solidarios a través de la Fundación EKI. Todo un ejemplo de sostenibilidad y cuidado del medio ambiente.
