Nuestras andanzas nos llevan hoy hasta Canadá para poder apreciar más de cerca una de esas motos que son míticas por muchos aspectos. Uno de ellos es porque fue la 500 de calle más cerca de una 500 de Gran Premio que se fabricó durante la década de los ‘80. A pesar de tener ya 35 años a sus espaldas, sigue siendo impresionante encontrarse motos como esta Suzuki RG500 Walter Wolf.
Gracias a eBay se ha podido descubrir que una de estas joyas está a la venta, y no es nada habitual porque tampoco es que haya muchas en el mundo para poder disfrutarlas ya que sólo se fabricaron durante dos años. Eso sí, ya te adelantamos que aunque esté disponible lo vas a tener complicado para conseguirla porque piden 60.000 dólares canadienses, que al cambio a euros son unos 43.600 a los que habría que sumar los gastos de transporte y todas las gestiones derivadas de la compra (faltaría también nuestra comisión…).
Hablando de la moto en venta en sí, lo cierto es que no tenemos mucha información de la misma, aunque una foto en el cuenta kilómetros refleja algo más de 13.000, una cantidad no muy elevada. También sabemos, porque eso sí lo dice el vendedor, que la moto lleva tiempo parada pero no especifica cuánto. También podemos apreciar por las fotos es que no ha estado, ni mucho menos, en unas condiciones de exposición ya que tanto la suciedad del suelo como de determinadas partes de la moto llaman bastante la atención. También es curioso saber que en su momento se la quisieron comprar por 10.000 dólares canadienses menos y no aceptó el trato.
Aunque en términos generales su apariencia no es desastrosa, sí podemos observar algunos arañazos y desgaste de pintura en algunos puntos, además de que el vendedor afirma que algunos plásticos necesitan reparación aunque no trabajo de pintura. Entendemos que algún enganche haya podido ceder al paso del tiempo, y a unas condiciones que no son, ni de lejos, las idóneas para mantener una moto y menos aún una joya así.
Afortunadamente, en las fotos que hemos podido ver el óxido no hace acto de presencia, aunque quien vaya a comprarla debería buscarlo a conciencia por si acaso. Igualmente habrá que estar pendientes de posibles fugas y más todavía con los pocos detalles que se ofrecen sobre la moto, y viendo que esos neumáticos deben llevar literalmente décadas puestos lo que indica que hace mucho tiempo que no se mueve.
Con todo esto puede que resulte un precio caro por la moto, al menos a simple vista. Lo que sí podemos asegurar es que el día que esa moto vuelva a su máximo esplendor y al estado de conservación que merece se podrá conseguir un buen puñado de dinero, ya sea en dólares canadienses o en euros…