Los hermanos Rickman (Don y Derek), son los autores de esta cafe racer con todo el sabor de la década de los setenta, empleando en esta ocasión como base una Honda CB750 Four (736 cc y 67 CV). Sus comienzos fueron eminentemente crosseros con las famosas Métisse, para después pasarse al asfalto con el mismo prestigio y saber hacer. Se estima que sólo se construyeron 2.500 chasis, lo que hace de ellos una auténtica joya de colección para los amantes de lo vintage.
Bimota, Dresda, Dunstall, AMC, Moko, Spondon, Harris, Rickman, Egli, Seeley, Martin, Brune, Verlicchi, Saxon, Rau, Magni o Piper Cams son sinónimo de artesanía de bastidores en los setenta y ochenta, la edad de oro de los chasis. El duelo Europa-Japón, o lo que es lo mismo, chasis vs. motor, estaba servido y muchos especialistas del Viejo Continente se apresuraron en potenciar las cualidades de las superbikes niponas de la época con unos bastidores del mejor acero a la altura de las especificaciones de las tetracilíndricas de última generación.
Nuestra protagonista, con chasis de manganeso-molibdeno VIN 4299G, ha sido restaurada en su totalidad por su propietario actual (Jay Farlow), siguiendo fielmente el concepto original y con un característico naranja de la época. La ha apodado como «California Hot Rod» y la puja en eBay ha finalizado en 16.900 €, el velocímetro muestra únicamente 22.000 km de uso y se encuentra en EE.UU.
La restauración incluye un kit de cuatro pistones Wiseco para subir la cilindrada hasta los 836 cc, árbol de levas, carburadores de tiro directo Mikuni de 29 mm, embrague Barnett, encendido Martek, radiador de aceite Lockhart, cableado Motion Pro, semimanillares Tommaselli o escape Kerker 4-1 son de lo mejorcito de la época. Este chasis también permite variar la altura del anclaje del basculante.
