Después de tantas especulaciones, ahora toca confirmar cómo es la moto que Kawasaki presenta “ya” y que pronto podremos ver en directo en nuestras tiendas y calles. Empecemos por el motor, que es lógicamente un cuatro cilindros en línea de 948 centímetros cúbicos y carrera corta (cotas internas 73,5 × 56 mm). Los cuerpos de la inyección no son exagerados (36 milímetros de diámetro) lo cual hace pensar en una buena respuesta desde bajas vueltas. El rendimiento declarado lo confirma: 85 kW (111 CV) a sólo 8.500 vueltas, con un par máximo de 98,5 Nm a 6.500. Algunas cifras del motor (cotas internas) te serán familiares, y es que la base es la misma que la Z900 naked deportiva, pero su aspecto exterior es totalmente diferente para simular una clásica refrigeración por aire. Además declara algo menos de potencia, y lleva un escape inédito, un 4-en-1 que según Kawasaki ha sido tuneado para ofrecer un sonido que rememore las clásicas deportivas “verdes”. La electrónica no se ve pero está, con un control de tracción KTRC con dos modos (conducción rápida o para firme deslizante), y el embrague está a la última al llevar asistencia y sistema anti-rebote.
El chasis es un ligero tubular de acero cuyas geometrías son algo más conservadoras que las de la más deportiva Z900. También la posición de pilotaje es más erguida, más clásica. El peso no está tan llevado hacia la rueda delantera como en la Z900, esta Z900RS también “se pilotará” pero de manera más tradicional. Las suspensiones y frenos son de gran nivel, eso sí: horquilla invertida con barras de 41 milímetros de diámetro, frenos de disco con pinzas radiales delante (los discos son de 300 mm) y disco detrás con un basculante (parece de aluminio) dotado de monoamortiguador progresivo. No ha habido ahí concesión al clasicismo con un doble amortiguador (ni lo echaremos de menos). Los frenos, como es obligatorio hoy día, llevan un ABS.
Lo más llamativo de la nueva Z900RS sin embargo no es ningún aspecto técnico sino… lo que ves en las fotos. Kawasaki ya hizo un excelente trabajo rememorando sus deportivas de hace cuatro décadas en los años 1990 con aquellas Zephyr, pero esas quizás llegaron demasiado pronto al mercado. Ahora sí que los aficionados están demandando este tipo de motos, y el diseño es un acierto, con su asiento plano, colín a la antigua usanza (tipo pico de pato al estilo Z1) y depósito de lágrima. Hasta el diseño del escape, ahora que tenemos que acostumbrarnos a horrendas contracepciones motivadas por la Euro4, parece de un tiempo pasado… y mejor. El aspecto exterior del motor también se ha logrado mucho.
Volviendo al tiempo actual, nos encontramos en esta Kawasaki Z900RS con luces LED delante y detrás, incluyendo el gran faro frontal, que mantiene como debe ser su redondez cromada. Kawasaki se ha esforzado en que sus luces LED no parezcan puntos emisores de luz. La instrumentación no podía quedar al margen y cuenta con dos grandes relojes analógicos (velocímetro y cuentavueltas) acompañados de una moderna pantalla LCD. Habrá una gran gama de accesorios, y en cuanto a la decoración los colores en principio serán tres posibilidades: marrón/naranja, negro, o verde y negro.
