La tecnología V4 no siempre fue la favorita de las marcas, sin embargo en este momento actual, sobre todo en competición, varias de las firmas punteras han optado por esta configuración mecánica. Echando la vista atrás y yéndonos hasta 1985 nos encontramos con esta esta Honda VF1000F2, propiedad del fundador de Bavaria’s Woidwerk, Ralf Eggl. Esta unidad en concreto fue estrenada por su abuelo en aquella temporada y usada de manera continuada hasta el año 2005.
Honda apostó por el V4, no sin problemas en sus inicios, aunque finalmente logró crear motocicletas de calle tan icónicas como la saga VFR, por ejemplo. También esta VF1000F2 que además de como medio de transporte, le sirvió a Ralf y a su abuelo para afianzar su relación.
Este último inculcó en su nieto el amor por las dos ruedas y lo inspiró para que continuara dentro del sector, terminando finalmente por fundar su reconocido taller de preparaciones con sede en Bodenmais, Alemania.
Honda VF1000F2 by Bavaria’s Woidwerk en detalle
La historia actual de esta VF1000F2 arranca en 2015 cuando Ralf decide ponerla en marcha tras una década en el dique seco. Pero no quería hacerlo de cualquier forma. Tenía claro que quería mantener la esencia de la moto pero imprimiéndole un toque moderno al conjunto. Además, ya había decidido algunos detalles finales de esta preparación entre los que se incluía el dejar a la vista la mecánica.
Una dieta de adelgazamiento o mejorar la parte ciclo eran parte del proyecto que se llevaría a cabo sobre la VF1000F2. El propio Ralf explica a los compañeros de Pipe Burn: “La parte trasera se ha acortado 8 cm con respecto al aspecto original, se ha estrechado y se ha provisto de un pequeño porta matrículas”.
Este proceso logra crear una moto más compacta y manejable, aunque hubo que modificar la zona del colín y recolocar el piloto trasero.
Por otro lado, se eliminaron los anclajes laterales del carenado y se bajó nada menos que en 10 cm la altura de la parte frontal. Sobre esto matiza Eggl “Esto originó aberturas en el tanque, que cerré nuevamente con tomas de aire de aluminio hechas a mano”.
Ahora esta vistosa preparación dispone de elementos de nueva factura como una pantalla ahumada o un esquema de color que mezcla dos diseños icónicos de la industria del motor: HRC y Porsche Martini. La elegante librea se complementa con el tapizado del asiento, cosido a mano con hilo a tres colores.
En el apartado dinámico la Honda VF1000F2 cuenta con un paquete de suspensiones Wilbers completo, con algunos cambios respecto a las geometrías de serie. Por su parte el propulsor fue repasado por completo, además de recibir una capa de pintura nueva.
Cuenta además con manguitos de silicona en color rojo y un airbox de mayor caudal. Un sistema de escape procedente de una Aprilia V4 de carreras completa este apartado, poniendo la guinda final a esta exquisita preparación.