Dentro del gigante corporativo que es Honda hay sitio para marcas más pequeñas especializadas en productos concretos. A todos nos suena Showa, la reconocida marca de suspensiones, o también Nissin especializada en equipos de frenos. E incluso Keihin, empresa dedicada a sistemas de inyección que también es propiedad de Honda. O mejor dicho, lo era.
Esto es debido a que la marca japonesa se ha unido a otro gigante como es Hitachi, especializada en electrónica, electrodomésticos de consumo, telecomunicaciones, etc. Fruto de esta fusión, las tres marcas que os hemos comentado antes pasarán a estar controladas por Hitachi aunque 1/3 del accionariado seguirá en manos de Honda.

Según las cifras del último año fiscal. Hitachi junto a Nissin, Showa y Keihin facturan casi 15.000 millones de euros anuales con lo que la unión creará una de las principales compañías en cuanto a fabricación y venta de componentes para la automoción.
Este cambio empresarial tampoco quiere decir que otros fabricantes de motocicletas podrán acceder más fácil a las marcas que antes pertenecían a Honda, pues muchas motos japonesas y europeas ya ofrecen actualmente suspensiones Showa o frenos Nissin, sobre todo si hablamos de modelos estándar que luego son sustituidos por Öhlins y Brembo en sus versiones más prestacionales.