Mmmmmm… me parece escuchar de todo. Veo lectores que hablan de una japonesa, otros que se tiran más a Europa, pensando en marcas transalpinas u otras más británicas pero, ¿alguno se acuerda de los fabricantes del otro lado del charco?
Seguro que muy pocos lo han hecho, pero DP Customs lo tuvo claro desde un principio y por eso decidió cafetear una Harley-Davidson Sportster. Pero lo que Justin y Jarrod Del Prado han hecho ha sido tirar la casa por la ventana mejorando todo lo mejorable: menos peso, más potencia y una mejor parte de ciclo para esa Harley “The Mack”.
Para ello desmontaron el motor de serie y elevaron su cilindrada hasta los 1.250 cc, utilizando para ello pistones de alta compresión, válvulas más grandes, árboles de levas con un cruce de válvulas mucho más radical, escape abierto, carburadores directos… Desconocemos la potencia que han conseguido extraer pero seguro que sacaría los colores a más de uno.
Para mejorar el apartado de peso se eliminó absolutamente todo aquello que no fuese necesario, incluso modificando el depósito de aceite que permanece en el mismo lugar aunque ahora es más pequeño y fabricado en aluminio, el mismo material que se ha usado para el basculante, fabricado de forma artesanal.
Depósito de combustible muy largo y de nueva factura con hendiduras a los lados para poder acoplar los brazos que ahora abrazan sendos semimanillares (no perdáis ojo a las tijas, mecanizadas como otras muchas piezas y además muy aligeradas) y colín monoplaza.
Por último y en cuanto a la parte de ciclo, se ha recurrido a la crème de la crème usando a los suecos de Öhlins tanto para la horquilla como para los dos amortiguadores traseros de depósito separado, Brembo para los frenos (discos, pinzas y pastillas), latiguillos metálicos, bombas radiales mecanizadas ISR, amortiguador de dirección de la marca Scotts y por último, unas ligerísimas llantas de fibra de carbono BST (Blackstone) de cinco palos.
El resultado que han conseguido DP Customs con esta Harley “The Mack” es una motocicleta con una preparación que con toda seguridad romperá más de un cuello, tanto por estética como por prestaciones.
