Durante muchos años, la Harley-Davidson Sportster era conocida como la motocicleta de acceso a la familia americana. Pero también como el modelo que contenía los genes deportivos por excelencia de la marca. Desde su lanzamiento al mercado en 1957, la Sportster lleva con nosotros 60 años siendo uno de los pocos modelos que por aquel entonces tenía su propia denominación.
Estamos hablando de los años ’50, con el dominio casi aplastante de la motos británicas tanto a un lado como al otro del Atlántico, hecho que metió a Harley-Davidson en verdaderos problemas financieros.
La salvación vino bajo el nombre de XL, acrónimo de Xperimental Light, y de una familia de modelos que buscaban mejorar el rendimiento para enfrentarse de tú a tú, primero a los británicos y posteriormente a los modelos japoneses.
El origen
Las Harley-Davidson Sportster tuvieron origen en el modelo K, que comenzó a producirse en 1952. Fue la primera moto que verdaderamente buscaría medirse con las Norton, Triumph y BSA adoptando un motor bicilíndrico de 747cc con válvulas laterales así como con la caja de cambios integrada en el propio bloque motor. También montaba como novedad horquilla telescópica y amortiguación trasera hidráulica, aunque la escasa potencia del motor (40 cv) le hacía perder la batalla a las primeras de cambio.
Dos años después, en 1954, se lanzaba la KH ya con una cilindrada de 883cc y 54 cv de potencia. Las prestaciones iban así en aumento y en 1956 presentaban el modelo KHK con una puesta a punto procedente de su modelo más deportivo, la KK, y velocidades puntas que ya rozaban los 150 km/h.
Llegamos así a 1957, que sería el año de lanzamiento de la primera Sportster y pensada para reemplazar a la KH que finalmente no había sido capaz de plantar batalla. La Harley-Davidson XK Sportster, como se denominaría formalmente, contaba con un motor de válvulas en cabeza, culatas de fundición (el experimento con las culatas de aluminio en las Panhead no fue del todo bien) y una potencia de 40 cv pero una velocidad superior gracias al menor peso.
Los aficionados empezaban a ver las posibilidades de esta moto y empezaban a mejorarla, algo que también se beneficiaron los clientes de Harley con los nuevos modelos XLC y XLCH en 1958. Entre las novedades, el depósito de combustible tipo cacahuete (peanut) que ha llegado hasta hoy en día, aunque en un principio llevaba depósito de 16 litros iguales al resto de la gama de por aquel entonces.
Como no todo es correr, a principios de los 60 aparece la XLH, pensada para un público más amante del turismo: escapes shorty dual, arranque eléctrico con platinos y menor compresión, alforjas, mayor autonomía, asiento mullido, etc.
Hasta 1967 no se le incorpora el arranque eléctrico al modelo más deportivo, la XLCH, que va evolucionando sin prisa pero sin pausa. Y en 1969 y debido a la legislación sobre ruido, se añade un silencioso final con lo que sus prestaciones se ven disminuidas respecto a los modelos anteriores.
La XR750
La Harley-Davidson XR750 fue una vuelta a los orígenes después de que la Sportster perdiese algo del picante inicial. Gracias a un cambio en la normativa que permitía a los motores OHV de 750 cc competir en EEUU, Harley tuvo vía libre para correr con su XR750.
En este sentido, en el trofeo Trans-Atlantic del ’72 disputado en el trazado corto de Brands Hatch, Cal Rayborn pilotó una versión de la XR750 y ganó 3 de las 6 carreras, alzándose con un nuevo récord de vuelta y asombrando a todos lo que le vieron competir. Y durante tres décadas, en las competiciones americanas de Dirt Track, la XR750 situó a sus pilotos entre el círculo de ganadores y en el libro de los récords.
Pilotos tan populares y prácticamente legendarios como Jay Springsteen, Chris Carr, Richy Graham, Mert Lawwill y Kevin Atherton han emocionado a todos los amantes de las motos a los mandos de las XR.
Años ’70 y siguientes
Si los finales de los ’50 y ’60 la batalla era con los británicos, en los años ’70 son los japoneses los que llegan dispuestos a comerle la tostada a Harley-Davidson. La Kawasaki Z900 o la Honda CB 750 Four eran motor realmente eficaces, potentes, fiables.
Para hacer frente a ellas, en 1972 la XL incorporaba una versión de 1.000 cc del motor “Iron Head” consiguiendo una potencia de 61 cv y una velocidad de casi 190 km/h. Pero no era suficiente para ganar a las motos llegadas del país del Sol Naciente.
En 1976, el cambio de marchas se trasladó a la izquierda y el pedal de freno trasero a la derecha para ya en 1977 presentar la XLCR Cafe Racer: suspensión trasera inspirada en la XR750, una nueva estética, tres frenos de disco, llantas de fundición de aluminio y estriberas retrasadas… era la más Sportster de todas las Sportster, aunque no gozó del éxito esperado.
Esto hizo que en 1983 se fabricase la XR1000, con cilindros y culatas del motor XR750 acoplados al motor de la Sportster, creando casi una moto de competición matriculable. 72 cv y poco más de 1.000 ejemplares fabricados, es todo un objeto apreciado hoy en día entre los coleccionistas.
El motor Shovelhead llegaría al final de su producción con la XLX61, el modelo más sencillo de Harley-Davidson hasta la fecha y con el que buscaba recuperar las ventas gracias a un precio muy competitivo pero sin renunciar a la típica estética. Al mismo tiempo, también se lanzan las XLT y XLS, más turísticas y custom con depósitos de mayor capacidad
Hacia 1986, el motor “Iron Head” de la Sportster pasó a la historia gracias a la introducción del motor Evolution Sportster en dos cilindradas: 883 cc (de tamaño y estilo idénticos al diseño original del ‘57) y 1100 cc (que fue sustituido dos años más tarde por un motor de 1200 cc).
En 1987 se introdujo la XLH883 Hugger, dirigida a usuarios de poca estatura y al creciente público de mujeres motoristas. Todas las Sportster estaban equipadas con cajas de 5 velocidades en 1991, y todas excepto la 883 utilizaban transmisión secundaria por correa.
El nuevo milenio
El cambio de siglo no supuso una revolución en la Sportster, sino más bien una evolución con pequeños cambios. La XL1200S Sportster Sport montaba dos pinzas de freno de cuatro pistones delante, y otra en la parte trasera y la atractiva XL883R de 2002 incorporaba un esbelto escape 2-1, doble disco delantero y manillar bajo.
Pero es en 2004 cuando de verdad llega el cambio con un nuevo chasis así como motores montados sobre silent blocks. El propulsor sigue siendo un Evolution pero profundamente renovado, la parte de ciclo es mejorada (incluyendo una rueda trasera de 150mm). En 2007 aparece la inyección en detrimento de los carburadores.
En 2008, sabiendo de la necesidad de ofrecer algo extra, Harley-Davidson lanzó la XR1200, una Sportster con un motor de 90 CV, horquilla delantera invertida y potentes frenos, ligero basculante en fundición de aluminio, moderna instrumentación y estriberas retrasadas. También ese año, la Nightster destacaba con sus llantas negras y su motor gris piedra, pero el otro detalle – hoy más habitual – fue la incorporación de piloto trasero y luces de freno led.
Alrededor de 2010 empezó a emerger la moderna gama Sportster, primero con la Iron XL883N, que se convirtió en el modelo base, y la bobbed XL1200X Forty-Eight, de línea trasera minimalista y con un depósito en forma de cacahuete inspirado en el diseño del modelo 5 de 1948, de aquí su nombre.
Dos años más tarde, la XL1000V Seventy-Two trajo una vez más la auténtica actitud chopper a la gama Sportster, junto con el estilo custom de posición de pilotaje más relajada de la XL1200C. Las cuatro motos rememoraban las Sportster de finales de los años 50 y 60, que ya marcaron tendencia en el siglo pasado con su propio estilo. Aspecto que para Harley-Davidson, un fabricante con un catálogo de motos que se remonta a 1903, es como debería ser.
La Iron y la Forty-Eight fueron profundamente renovadas e incorporaron en 2016 unas suspensiones mejoradas y frenos ABS, combinando el estilo old-school más auténtico con un chasis moderno, y para celebrar estos 60 años de emocionante historia, nace en 2017 la XL1200CX Roadster, que añade una dimensión completamente nueva de prestaciones con su horquilla invertida de 43 mm, amortiguadores traseros de alta gama y unos potentes frenos delanteros.
Así que mientras las cosas cambian, otras permanecen en el tiempo -los 60 años de la Harley-Davidson Sportster son una prueba de ello.
