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Triumph Bonneville: el icono británico por excelencia

Fotos: SMN
57 años de historia no se escriben todos los días. En el Salón de la moto Earls Court (Londres) de 1958 pudo verse por primera vez una de las motos más carismáticas y legendarias de la historia de las dos ruedas, el inicio de un periplo que se perpetúa en la nueva gama clásica 2016 del fabricante británico.

Bonneville siempre ha sido sinónimo de tradición, historia y “britanismo”, algo que en los últimos 15 años se ha reconvertido en vistosas, sencillas y cuidadas monturas retro para todos los públicos. En la década de lo ’60 la Bonnie ejemplificó lo máximo en el terreno de las superbikes: prestaciones y deportividad en el mismo producto. El símbolo de las dos ruedas.

Figuras públicas como Steve McQueen, James Dean, Marlon Brando, Bob Dylan, Clint Eastwood, David Beckham o Carl Fogarty son algunos de los mejores embajadores de la marca, consiguiendo identificarse y extender el logotipo de la centenaria marca inglesa (no olvidemos que nació en 1902) más allá de lo meramente comercial.

La llegada de la gama 2016 (presentada en el EICMA de Milán) ha supuesto una verdadera revolución dentro del segmento de monturas retro en general y de Triumph en particular. Se podría considerar como tercera generación para facilitar las cosas ya que, la Bonneville antigua se fabricó durante casi 30 años y recibió una decena de actualizaciones. Ahora la familia Bonneville está compuesta por cinco nuevos modelos que, además de cuidar la estética, están propulsadas por una mecánica bicilíndrica refrigerada por agua y mucha tecnología: Street Twin, Bonneville Black y T120, Thruxton y Thuxton R son las nuevas niñas mimadas de la marca.

Como modelo mítico que es, aprovechamos la ocasión para recordar todo lo que han dado de sí las casi seis décadas de vida de un mito que, lejos de avejentarse, está más joven que nunca.

1ª Generación (1959-1988)

La fábrica de Triumph en Meriden fue la encargada de dar a luz un nuevo modelo-insignia deportivo a finales de los ’50, la evolución de otras monturas de peso de la marca como la Speed Twin de 1939, la 6T Thunderbird de 1950 o la Tiger T110 Ton Ten de 1953.

La nueva moto, al igual que su predecesora, estaba destinada a ser una deportiva, impulsada por una mecánica bicilíndrica en paralelo de 650 cc con válvulas en cabeza (un diseño concebido en los ’40 por Edward Turner) y fabricada para responder a las exigencias del mercado estadounidense de mayor potencia, rendimiento y velocidad. Su objetivo pasaba por superar los 190 km/h a partir de una nueva configuración con doble carburador Amal Monobloc de 30 mm y eso que la versión inicial sólo rendía 46 CV a 6.500 rpm.

El nombre de la nueva criatura era obvio, debido a los éxitos deportivos y récords de velocidad obtenidos en el famoso Lago Salado de Bonneville (Utah, EE.UU). Y así, en 1959 nació la primera Triumph Bonneville. La “Bonnie T120” se presentó en el Salón de la Moto Earls Court de Londres en 1958 y las primeras unidades se pusieron a la venta al año siguiente con un anuncio que ofrecía el mayor rendimiento de una moto de producción en serie.

La primera Triumph Bonneville, de 1959

Tras una primera modificación del diseño en 1960, el éxito fue generalizado tanto en el Reino Unido como en EE.UU. El chasis monocuna del ’59 recibió algunas críticas y al año siguiente montaron un “Duplex” desdoblado debajo del motor. En 1963 recibió un fuerte repaso, con nuevo motor, caja de cambio y transmisión.

Para muchos, 1970 fue el mejor momento de la Bonneville, fiel reflejo de una serie de progresivas mejoras que culminaron en un modelo que alcanzó el cenit de su evolución. La más significativa de las modificaciones se realizó en el motor, que logró una entrega de potencia suave y una gran manejabilidad a velocidades bajas. El diseño del chasis se cambió por uno más sencillo y los amortiguadores traseros pasaron a ser simples muelles expuestos, algo que deseaba la mayoría de pilotos jóvenes.

Triumph Bonneville T120 1970

La crisis de los ’70

La década de 1970 fue una época problemática en Triumph. La competencia japonesa apretaba y la industria británica se resentía. BSA quebraba, al igual que Ariel. Desorganización, constantes cambios de dirección, altibajos del mercado, maquinaria anticuada y la era de Margaret Tatcher dieron la puntilla.

En 1971 se volvió a cambiar el chasis, esta vez por una estructura que utilizaba la espina central para alojar el aceite del motor. En 1973, con los rumores de cierre extendiéndose por todos lados, los trabajadores tomaron la fábrica de Meriden y fueron a la huelga. Se volvió a un bastidor convencional y el motor ascendió a los 724 cc (53 CV a 6.500 rpm) con cambio de 5 velocidades, manillar elevado y freno de disco delantero: hablamos de la Bonneville T140. Prácticamente no se fabricó ninguna moto durante el siguiente año y, en 1975, los trabajadores formaron la cooperativa Meriden Motorcycle debido al descontento de los trabajadores tras una fusión con Norton Villiers en el ’73, apoyada por el gobierno.

Una vez reanudada la producción, las Bonneville T140 siguieron produciéndose hasta principios de la década de 1980, las últimas motos que fabricó Triumph antes del cierre de la fábrica de Meriden en 1983. Incluso entonces, la Bonnie se negaba a desaparecer. Entre 1985 y 1988 se fabricaron algunas unidades más bajo licencia por LF Harris de Newton Abbot, Devon.

2ª Generación (2001-2015)

Con la presentación de 6 nuevos modelos en 1990 en el Salón de la moto de Colonia, fabricados en la vanguardista fábrica de Hinckley (Leicestershire), nació la era moderna de Triumph, una segunda etapa en la historia de la marca que ha continuado hasta nuestros días.

Parecía que la Bonneville había quedado relegada al olvido, hasta que en el año 2000 se desveló una nueva generación, 12 años después de la última Bonnie. Combinando el estilo original con técnicas y materiales de fabricación contemporáneos, la primera “nueva” Bonneville estaba impulsada por un motor bicilíndrico en paralelo de 790 cc y 61 CV. Un año después se presentó la Bonneville T100 Centennial Edition, que conmemoró los 100 años de historia de la marca. En 2004 nació la versión deportiva Thruxton, en 2006 se amplió la gama con la versión campera Scrambler, además de aumentar la cilindrada del bicilíndrico hasta los 865 cc en toda la gama.

Triumph Bonneville 2002

En 2008 la inyección electrónica se equipó en toda la gama, cuidadosamente oculta simulando una pareja de carburadores de la generación anterior. El depósito de gasolina aumentó de tamaño y la potencia ascendió a los 67 CV. En 2009 se introdujo la versión SE, una Bonneville más barata con llantas de aleación de 17 pulgadas en lugar de radios y detalles de acabado (pegatina en el depósito en lugar de logotipo con relieve, guardabarros cortos, etc), diferenciándose así de la T100 (llantas de radios y rueda delantera de 19 pulgadas).

En 2012 se vendieron 1.100 unidades de la Steve McQueen Réplica, una edición limitada inspirada en la TR6 Trophy que lució el actor americano en la película La Gran Evasión. Un año después llegó la T100 Meriden SE para conmemorar las tres décadas del cierre de la fábrica de Meriden original, y el año pasado Triumph sorprendió con la T214 Land Speed, 1.000 unidades numeradas que homenajearon el récord de velocidad de Johnny Allen en 1956.

Prueba Gama Triumph Classic 2014

Bonneville Salt Flats y competición

En una soleada mañana de septiembre de 1956, el piloto tejano Johnny Allen, que en varias ocasiones batió el récord de velocidad en tierra, llegó a las salinas de Bonneville en Utah (EE. UU.) y se puso a los mandos de un estilizado misil de dos ruedas: el Texas Cee-Gar.

Esta aerodinámica bala de dos ruedas representaba la unión de la tecnología británica y la estadounidense a través de la estrella de Texas en su morro y el nombre Triumph en su lateral, con una pintura inspirada en los tanques cisterna de combustible de un caza Mustang. Gracias a los 100 CV del motor bicilíndrico en paralelo de una Thunderbird de 650 cc alimentado por metanol, la Triumph con forma de cigarro habano atravesó las salinas a una velocidad media de 345,06 km/h. Estableció un rotundo récord mundial de velocidad en tierra que Triumph mantendría imbatido durante los siguientes 14 años.

Durante aquellos años de “reinado”, Triumph batió el récord en cuatro ocasiones: en 1956 Johnny Allen lo hizo en dos ocasiones, una con la Devil’s Arrow y otra con la Texas Cee-Gar. Siete años después, en 1962, Triumph se volvió a superar con la streamliner Dudek pilotada William Johnson, y en 1966 con la Gyronaut X-1 y Robert Leppan. No en vano, la marca cuenta con 38 récords nacionales de velocidad de la AMA y 4 récords mundiales de la FIM conseguidos por motocicletas Triumph.

A raíz de estos éxitos, la Bonnie fue modificada para emplearse en multitud de competiciones y disciplinas. De todo ello, cabe destacar las siguientes victorias:

  • 500 Millas de Thruxton

Allí fue donde la Bonneville de carreras se ganó su legendario nombre, al cosechar victorias en varias carreras de las series.

  • TT de la Isla de Man

John Hartle en 1967. Malcom Uphill en 1969, que también batió el récord de la primera vuelta de 160 km/h en su Thruxton.

  • ISDT (Trial Internacional de los Seis Días)

Ken Heanes ganó el oro en 1963-1964 y la plata en 1965 pilotando una potente scrambler Bonneville.

  • Carreras de dirt-track de media milla de la AMA

Con victorias en Ascot de manos de Gene Romero en 1970 y Tom Rockwood en 1971.

  • Subida nacional de la AMA

Joe Hemmis en 1964 y 1967.

  • TT nacional de la AMA

Ascot – Dave Palmer en 1964, Eddie Mulder en 1966 y Skip Van Leeuwen en 1967. Castle Rock – Dave Palmer en 1965, Eddie Mulder en 1966 y Skip Van Leeuwen en 1968. Peoria – Eddie Mulder en 1966

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