Otra vez nos llega una transformación de película de las islas británicas. Abre bien los ojos, porque nuestros compañeros de Rideapart llegan con un swap tan radical como singular. A una pequeña furgoneta Suzuki Super Carry le han instalado la mecánica de una Suzuki Bandit 1250 S. El resultado es un ser de apariencia kei-car pero con corazón de carreras.
Cuando hablamos de un vehículo kei nos referimos a esos típicos coches (o furgonetas) japoneses cuadrados. Son así para respetar unas medidas máximas y beneficiarse de ayudas fiscales por parte del gobierno. Por esta razón, este tipo de vehículos son muy comunes en las islas japonesas. No solo como herramienta de trabajo, sino como el típico coche familiar.
Pero vamos al grano. Como os podréis imaginar, nos encantan este tipo de modificaciones mecánicas de auténtico manicomio. Encima siendo tan singulares como la que os mostramos en esta ocasión. Partiendo de la base de que la aerodinámica no es uno de los fuertes de cualquier kei, y menos una Suzuki Super Carry. Todo lo que salga de aquí es tan radical como mentalmente inestable.
Para comenzar, a la pequeña furgoneta le han puesto un vestido azul celeste Suzuki Rizla de MotoGP. Además, llega con más motivos orientales repartidos por la carrocería, como es el sol naciente que luce en la zaga. Mecánicamente el propulsor de la Bandit ha sido ensamblado tras los asientos delanteros y, como no podía ser de otra manera, cuenta con propulsión trasera.
El tanque de combustible, también donado por la Suzuki Bandit, está montado en el suelo detrás del asiento del conductor. La caja de cambios de seis velocidades, ha sido encastrada tambíen en la parte trasera de la kei. Como el cambio proviene de la moto, no tiene marcha atrás. Cuando tienen que maniobrar hay que salir y empujar. Tarea no demasiado ardua, ya que la pequeña furgoneta no pesa más de 1.000 kg.
Como os podréis imaginar, el sonido del propulsor ha sido modificado gracias a un tubo de escape firmado por Yoshimura, que sobresale por debajo del lado derecho de la Super Carry. Al volante, según los creadores del canal Calvin’s Car Diary, uno se siente como en una caja de carreras. Aunque no es uno de los vehículos más rápidos que os hemos mostrado, de lo que sí se trata es de una fuente de sensaciones. El sonido es embriagador.
