Está claro que la movilidad del futuro estará muy automatizada: la conducción autónoma de coches está a la vuelta de la esquina y no sólo las marcas lo empujan (porque los clientes lo desean), la propia DGT ha reconocido que tiene ganas de quitarse el “factor humano” como problema (infracciones y accidentes). Pero las motos autónomas ni están ni se las espera a corto plazo: ¿Cómo encajaremos en ese futuro próximo?
Ahora mismo las miradas se dirigen a las posibles incompatibilidades entre coches autónomos y motos conducidas por humanos. No sólo motos, también las bicicletas: ambos son vehículos imprescindibles en el ambiente urbano, porque ayudan a descongestionar el tráfico. Pero ambos son vehículos que, por su agilidad, a veces son poco predecibles en sus movimientos, y es algo que los coches autónomos digieren mal.
Un representante de Indian Motorcycle que está en uno de los grupos de trabajo para ir preparando este futuro avisó: “existe el riesgo que las motos sean totalmente excluidas de las conversaciones sobre los futuros sistemas de tráfico, las infraestructuras que se están preparando para los coches autónomos. Con la tendencia actual, las motos pasarán a ser vehículos de alto riesgo desde el punto de vista de las organizaciones y aseguradoras, porque ahora mismo sólo los fabricantes implicados en la conducción autónoma están marcando las normas y las tendencias. Está claro que hay una amenaza para las motos: que no sean compatibles con los coches autónomos en ambientes urbanos, de tráfico denso”.
Un ejemplo de esto ha ocurrido recientemente en Europa, que va un paso por detrás de Estados Unidos en este tema. Un Tesla autónomo que circulaba en pruebas en Noruega chocó con una moto, porque no pudo prever un rápido cambio de carril de ésta. Los sofisticados sensores del coche autónomo pueden detectar la presencia de bicicletas o motos a su alrededor, pero su cerebro todavía no ha aprendido que pueden cambiar de carril repentinamente. El grupo de trabajo que sí piensa en las motos (Give a Shift) subrayan la importancia de que los coches evolucionen para tener en cuenta bicis y motos a su alrededor, conducidas por humanos, porque con el crecimiento de la población urbana las dos ruedas no podrán ser reemplazadas por coches autónomos ni compartidos.
