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De acero, impreso en 3D y más ligero que el aluminio: ¿el futuro de los chasis?

La Universidad de Nebrija y ArcelorMittal lo han desarrollado

Fotos: ArcelorMittal
A veces da la sensación de que todo está inventado en el mundo de las dos ruedas, que se sabe lo que es eficiente y funciona. Afortunadamente trabajos como el de la Universidad de Nebrija desmontan esa sensación consiguiendo dar una vuelta de tuerca a lo ya conocido.

Hoy en día los chasis de doble cuna de aluminio son los referentes en el mundo de las dos ruedas, los que mejores prestaciones consiguen en cuanto a rigidez, estabilidad de funcionamiento y ligereza, pero no siempre fue así. Esta revolución, que rápidamente se integró en las principales marcas fue posible gracias a la inventiva de Antonio Cobas, el ingeniero que sin acabar la carrera cambió para siempre la concepción del chasis de para motos de grandes prestaciones.

Lo llamativo de esta historia es que aunque Cobas fue quien llevó a cabo el invento para muchos es Yamaha y su Detalbox la que estaba detrás de esa evolución y es que el marketing ya en los ‘80 jugaba un papel fundamental en la industria y la marca de los tres diapasones supo jugar sus bazas. En cualquier caso lo cierto es que fue Antonio desde un taller de Barcelona quien cambió para siempre el concepto estructural de las motos de Gran Premio y deportivas y sólo excepciones como KTM quedan hoy en día sin emplear este tipo de chasis en competición. 

Antonio Cobas junto a dos de sus creaciones

Pero el tiempo pasa y de la creación de Cobas han pasado ya unos 40 años y aunque los chasis fueron evolucionando no han llegado a concretarse revoluciones similares puede que hasta ahora. Y es que la Universidad de Nebrija junto al gigante industrial ArcelorMittal han dado un paso interesante que puede suponer una revolución por varios motivos y en varios términos. El primero es que han utilizado impresión 3D para crearlo y esto significa que, hablando de la fabricación del chasis, el procedimiento cambie por completo al no ser necesario bancadas, soldaduras de precisión y todos los elementos necesarios para que los chasis sean todos iguales.

Aun así este no es el gran activo de la creación y es que la gran ventaja es que han logrado que a pesar de estar fabricado en acero pueda ser hasta un 20% más ligero que un chasis de aluminio. Todo el chasis es hueco y con espesores de sus paredes que varían desde los 0,8 milímetros hasta el milímetro. Por ahora estos niveles de espesor solamente son posibles con el acero y no con el aluminio u otros materiales.

En el proceso y para conseguir la rigidez necesaria, lo que han trabajado ha sido en un concepto que ya hemos visto en los chasis tubulares de tipo trellis, es decir visualmente es un enrejado pero la gran diferencia es que mientras que un chasis tubular tiene que ser, obviamente de tubos, este varía los diámetros y formas según la necesidad, consiguiendo el efecto que en los más avanzados chasis de competición se consigue con el mecanizado de grandes piezas de aluminio pero sin soldaduras.  

El chasis de acero junto al de aluminio

En ese sentido implica una gran ventaja ya no sólo sobre los chasis de acero convencionales sino incluso sobre los de aluminio pues con la capacidad de trabajar con diferentes ángulos y grosores se puede conseguir la rigidez necesaria  y con menor peso. De hecho, las palabras de los responsables de ArcelorMittal hablan de un peso de 3,8 kilos frente a los 5 en aluminio y entre 6 y 7 de acero. Así lo contaba  Paula Rodríguez, responsable del proyecto en Global R&D de ArcelorMittal: «Nuestro chasis en acero pesa aproximadamente 3,8 kilos. Los chasis de aluminio de marcas de primer nivel no bajan de los 5 kilos, mientras que otros chasis de acero se pueden disparar hasta los 6-7 kg. Parece que la diferencia es pequeña, pero bajar gramos en este tipo de piezas es muy, muy difícil, por lo que hablar de varios kilos supone un avance enorme.»

Las aplicaciones a futuro si esta tecnología continúa avanzando pueden ser muchas, especialmente en motos de corta producción y prototipos, ya que la impresión 3D, al menos de momento, no es tan económica ni rápida como los sistemas actuales de fabricación en cadena. Eso sí, uno de los contratiempos con los que se han encontrado siempre en los chasis fabricados en acero en competición es su sensibilidad a las temperaturas, de ahí el uso del acero al cromo-molibdeno para intentar mitigarlo. Veremos si, como los chasis de fibra de carbono, terminan sólo en proyectos o llegan a ser algo habitual. Aunque el problema de trabajar con carbono era diferente, aunque eso es otra historia…  

David Robledo
David Robledo
La pasión por las motos me viene desde la cuna. En casa la afición de la moto de mis padres, especialmente mi padre, nos hizo vibrar cada domingo y viajar a las carreras. Así que el momento de flirtear con las carreras llegó y durante un tiempo jugué a eso de ser piloto (en motocross, que no había dinero para más). Colgadas las botas y el casco llegó el paso natural, seguir en las carreras al otro lado del muro y en eso llevo desde 2007 trabajando con equipos y pilotos primero y como parte de Soymotero.net desde unos años después. ¡Siempre full gas!

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