Durante la Feria de Milán EICMA visitamos por supuesto el stand de Dainese y nos encontramos con algunas novedades. Estaban los cascos AGV en lugar destacado, tanto el nuevo AX9 (que sigue la tendencia de mezclar cascos para turismo y trail o Adventure) como el reciente SportModular o las últimas incorporaciones a la serie Legends. También estaba en prendas la serie Explorer para condiciones extremas, como la chaqueta Antartica que hace honor a su nombre al ser capaz de abrigarnos en condiciones extremas de frío: 25 grados bajo cero. Pero el gran protagonista del stand de Dainese era el D-Air, su airbag que va ya por la tercera generación.
Han pasado más de veinte años desde que Dainese empezó a trabajar en su airbag, como es sabido inicialmente en pruebas privadas y en el mundo de la competición. El éxito de su sistema les llevó a ser obligatorio para las carreras (MotoGP) y actualmente es el más avanzado, con un algoritmo de disparo muy avanzado. Entre otras cosas distingue las condiciones de competición o circuito, de las de uso por la calle o carretera. Y, a partir de ahora (tercera generación), también estará disponible para prendas femeninas, un buen avance.
Entre los aficionados se suele citar precisamente la electrónica o “algoritmo” de disparo de Dainese como su mayor virtud, pero los italianos nos mostraron algo de lo que están más orgullosos. Era hasta ahora algo “oculto” pero de lo que empiezan a presumir: las bolsas hinchables. Al contrario de lo que muchos creen, no se trata de “globos” que se hinchan sin más cuando en sistema lo ordena. Son unas bolsas llenas internamente de filamentos que controlan cómo se realiza ese hinchado. Han hecho miles de pruebas, para evitar que (por ejemplo) en una caída hacia el hombro izquierdo pudiera hincharse antes el hombro derecho dejándonos sin protección. Los filamentos internos lo evitan repartiendo el gas a presión óptimamente, y además ayudan a mantener la bolsa hinchada de forma más rígida para aguantar mejor el impacto. Así absorben más energía y protegen mejor.
El sistema actual D-Air es un 37 por ciento más ligero y en la mayoría de prendas “invisible” por dentro, aparte de un cierre magnético que activa el sistema. Y es más barato: una chaqueta que antes rondaba los 1.600 euros ahora su equivalente se queda en 1.200 (un 25 por ciento menos). El D-Air está disponible ya para once productos diferentes, de piel o textil, incluyendo como comentamos prendas para chicas también por primera vez, y el tope de gama (mono de competición con máxima protección) sube a casi 4.000 euros.