A pesar de que muchos usuarios de motos puedan pensar que se trata de una operación complicada, reparar un pinchazo con un kit específico para ello es bastante sencillo. No hace falta tener conocimientos de mecánica, solo seguir unos sencillos pasos en el orden correcto. Si lo hacemos, en pocos minutos tendremos nuestra moto en perfectas condiciones para reemprender la marcha. Es importante destacar que este procedimiento únicamente es válido para neumáticos tubeless, es decir, que no lleven equipada una cámara de aire entre el neumático y la llanta.
Lo primero que necesitamos es, obviamente, adquirir un kit reparador de pinchazos. Estos kits están diseñados específicamente para esta misión y suelen venir bien empaquetados para que podamos llevarlos siempre en la moto y de esta manera, estemos seguros de disponer de él cuando se le necesite. A día de hoy, es fácil encontrarlos en el mercado y a precios muy competitivos.
Estos kits suelen venir compuestos por todo lo necesario para llevar a cabo la operación. Para ello, el primer paso a dar es el de extraer el clavo o elemento que haya producido el pinchazo. Como siempre decimos, lo primero es la seguridad. Debemos tener cuidado, ya que este tipo de elementos suele tener filos cortantes o puntas afiladas. Hacerlo con guantes es una medida de seguridad nada despreciable.
Una vez que esté eliminado el culpable del pinchazo, debemos utilizar el berbiquí para hacer uniforme el agujero. Introduciéndolo y sacándolo unas cuantas veces enérgicamente lo conseguiremos. Una vez superado este paso, debemos recurrir a los otros elementos del kit: la cola, la aguja y el caucho. Tenemos que introducir una de las tiras de caucho en la aguja, como si estuviéramos enhebrando un hilo en una aguja de coser. Acto seguido, lo impregnaremos bien con la cola de contacto.
Rápidamente, debemos introducir la tira de caucho por el agujero del neumático ayudándonos con la aguja. Es posible que tengamos que hacer un poco de fuerza para que entre bien, pero no debe ser una acción complicada más allá de eso. Una vez que el caucho esté bien introducido en el neumático, extraeremos la aguja.
Como se puede comprobar, los dos bordes del caucho quedarán un poco expuestos fuera del neumático. Para evitar mayores molestias, estos “sobrantes” deben ser cortados con la cuchilla. Para finalizar, debemos inflar nuevamente con la botella de CO2 la rueda. Lo ideal es ir a una gasolinera para revisar que el inflado es suficiente. Para terminar, os diremos que ningún fabricante aprueba este sistema de reparación, ya que deforma los entramados de los hilos de la carcasa. Igualmente, debéis saber que se trata de un arreglo temporal y que lo ideal es ir a un taller a reparar correctamente la rueda (vulcanizado) y no pasar de 80 km/h ante el riesgo de que la “mecha” se vuelva a salir.
Para terminar, comentar que existe también otro método para reparar el neumático sin tener que recurrir a uno de estos kits, y es con un spray de reparación de pinchazos. De ello hablaremos en una próxima entrega.