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¿Cómo proteger nuestras manos del frío cuando circulamos en moto?

Fotos: Marcas
Las manos son una de las partes de nuestro cuerpo más sensibles a las bajas temperaturas. Protegerlas adecuadamente es fundamental, no sólo para ir calentitos, sino también por seguridad. Sigue nuestros consejos y no se resentirán tanto durante tu conducción invernal diaria.

Afortunadamente, la tecnología ha avanzado mucho en todos los ámbitos y, sin duda, el del equipamiento motorista es uno de ellos. Hace pocos años era una verdadera tortura circular en moto en invierno porque las prendas no eran específicas para este uso, debiendo “readaptar” las de vestir. Las manos son la parte del cuerpo más expuesta al frío por lo que hay que cuidarlas sobremanera: si tenemos buen pantalón/cazadora pero pasamos frío en las manos, esta desagradable sensación se extenderá a todo nuestro cuerpo.

Ahora podemos elegir entre una amplia gama de guantes, preferiblemente de tejido exterior sintético en vez de cuero (suele ser más frío), que incorporan membranas específicas que reúnen las tres cualidades ideales para rodar en moto: impermeable, transpirable y cortaviento. Así encontramos diferentes denominaciones, tales como W-Stider, Gore-Tex, D-Dry o Hypora. En muchos casos el grosor del guante disminuye aumentando el tacto para dosificar el puño de gas o potenciar la sensibilidad en los dedos al actuar sobre las manetas. Sufrir indicios de congelación puede ralentizar nuestros movimientos o incluso llegar a dormirse, con el consiguiente peligro para gobernar correctamente nuestro scooter/moto.

Otra características a tener en cuenta a la hora de adquirir unos buenos guantes de invierno son las protecciones. Los nudillos suele recibir una protección adicional, mejor si es rígida, al igual que las falanges. Por su parte, la zona de la palma de la mano debe incorporar tejidos de refuerzo resistentes a la abrasión. Elementos como las dobles inserciones de piel en los laterales, los refuerzos acolchados en la zona de la caña y las dobles costuras, garantizarán mayor protección y durabilidad.

Protegerse del frío es ganar en confort

Aunque suene obvio, elegir una talla correcta y nos sintamos cómodos es fundamental. Los ajustes de la caña, ya sea mediante cremallera, velcro, o mejor la combinación de los dos sistemas, permitirán que se adapte perfectamente al puño de la cazadora, sin dejar que pase el viento y el frío.

Otros buenos detalles son la incorporación de elementos reflectantes, la tira de goma anexa al pulgar o índice para limpiar la pantalla en caso de lluvia, las inserciones antideslizantes o material conductivo en las yemas para manipular las pantallas de nuestros smartphone, navegadores y tablets. Lógicamente un guante de caña larga con boca ancha ajustable para poder cubrir la cazadora es la opción ideal.

Si con todo no damos con el guante ideal y todavía tenemos frío podemos recurrir a las prendas térmicas y, en este caso, a un sotoguante fino para llevar debajo. La última opción serían los guantes calefactables, ya sea con batería independiente o enganchados a la de nuestra moto, con un calor constante y distintas intensidades según los gustos. Otro complemento que casa bien con unos buenos guantes podría ser la instalación de puños calefactables, manoplas o los más baratos cubremanos.

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